Es importante evitar los factores desencadenantes si son conocidos. Además, como primera medida, se iniciará tratamiento antihistamínico, siempre con control médico. En aquellos casos en los que la respuesta no sea adecuada, se pueden aumentar las dosis o asociarse otros antihistamínicos.
Si sigue sin haber respuesta, debe replantearse el diagnóstico o considerar el uso de corticoides sistémicos durante un corto periodo de tiempo, y siempre bajo prescripción médica.
Aún así muchos cuadros de urticaria son rebeldes a los tratamientos habituales y deben de ser empleados otros tipos de fármacos que a veces requieren el ingreso hospitalario. Es muy importante evaluar la presencia de dificultad respiratoria asociada, y si es importante, o no responde a los tratamientos anteriores, se administrará adrenalina subcutánea. En estos casos es necesaria la actuación del médico en un centro sanitario.
Factores a tener en cuenta, para que no empeore la alergia:
- Existe una serie de factores que puede agravar, de forma inespecífica, el prurito (picor) o los habones en la urticaria crónica, para lo cual debe seguir las siguientes recomendaciones:
- Evitar el rascado, cualquier fricción o la presión (fajas, sujetadores, cinturones o ropa apretada) sobre la piel.
- Evitar las situaciones de estrés emocional.
- Evitar el ejercicio físico y los cambios bruscos de temperatura. Además, algunos alimentos y medicamentos tienen la capacidad de liberar histamina, empeorando de forma inespecífica la urticaria. Es aconsejable reducir o evitar su administración y entre ellos, destacan:
Alimentos: Conservas, ahumados, congelados, chocolate, frutos secos, cítricos, quesos fuertes, embutidos, pescado azul, marisco, condimentos, bebidas alcohólicas y carbonatadas.
Medicamentos: Aspirina (AAS) y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINES), derivados mórficos como la codeína y los contrastes radiológicos.