Las pezoneras se utilizan cuando existen molestias que dificultan la lactancia, por ejemplo, si el bebé no amamanta bien, si la mamá tiene los pezones invertidos o le duelen cuando le da el pecho al pequeño, etc. Con todo, las pezoneras no siempre son la mejor opción; incluso hay mujeres que sufriendo estos inconvenientes, prefieren la lactancia natural.
En el caso de un bebé que tiene problemas para aprender a mamar, la pezonera ayuda a agarrarse al pezón y suministra la leche por unos orificios que tiene en su extremo. Con esto se evita que la mamá tenga que extraerse la leche manualmente o recurrir a sacaleches.
Tipos de pezoneras para dar de mamar
Las pezoneras que actualmente hay en el mercado suelen ser de silicona, y existen dos modelos: pezonera redonda y pezonera de contacto. El largo de las pezoneras debe ajustarse al tamaño de la boca del bebé, de modo que entre lo suficiente en su boquita como para estimular la succión. El ancho debe encajar en el pezón de la mamá, sin quedar ni demasiado suelto ni demasiado apretado.
Hay mamás que prefieren no recurrir a pezoneras si no es estrictamente necesario, y así lo recomiendan numerosos expertos, ya que insisten en que su uso dificulta una posterior lactancia en condiciones. Así, la pezonera debe ser un último recurso y una solución sólo a corto plazo. Si tras usar pezonera, tu hijo se niega a tomar el pecho sin ella, prueba a recortar cada día un trocito pequeño de su punta hasta que puedas retirarla completamente.
Si tienes dudas sobre qué pezonera comprar para dar de mamar a tu bebé, lo ideal es que consultes todas tus dudas con el pediatra.