Que los niños se alimenten a través de una dieta variada y equilibrada es un factor de suma importancia a la hora de prevenir ciertos problemas de salud. Descubre cómo puede afectar la falta de vitaminas a tu bebé, a continuación.
¿Cómo influye la falta de vitaminas en la salud del bebé?
Hace décadas existían muchas teorías y falsos mitos sobre las vitaminas en la alimentación infantil y a día de hoy, afortunadamente, muchos de estos mitos se han desmontado. Pero lo que sí que es cierto e incuestionable es que las vitaminas cumplen un papel esencial en la salud y el desarrollo de los niños.
Por ello, es prioritario que durante la infancia los padres se preocupen de ofrecerle a sus hijos una dieta variada y equilibrada, en la que estén presentes todos los nutrientes que los pequeños necesitan para crecer y desarrollarse saludablemente.
Cuando los niños no se alimentan a través de una dieta variada y saludable, lo más probable es que presenten ciertas carencias en su nutrición que acaben, a largo plazo, afectando a su estado de salud. En el caso concreto de las vitaminas, así podría afectar a tu bebé una dieta pobre en este tipo de nutrientes:
1. Falta de vitamina A
La vitamina A está directamente relacionada con el correcto desarrollo de la visión y con la salud de la piel. Por ello, los niños que ingieren cantidades insuficientes de esta vitamina pueden sufrir problemas de visión de forma prematura y también son más propensos a contraer infecciones y otras enfermedades de la piel.
Sin embargo, el exceso de esta vitamina en la dieta infantil puede provocar problemas a nivel óseo y del crecimiento, así como problemas en el sistema sanguíneo, y más concretamente en la coagulación.
2. Falta de vitamina D
La vitamina D es fundamental para que los niños crezcan y sus huesos se desarrollen de forma acorde a su edad. Cuando un niño ingiere una dieta pobre en vitamina D puede padecer raquitismo así como otros problemas de fijación de calcio en el sistema óseo y en los dientes. Por lo tanto, también es más probable que padezca caries a una edad muy temprana.
3. Falta de vitamina E
La falta de vitamina E está directamente asociada con problemas de anemia en sangre y también con patologías a nivel muscular. Los niños que ingieren cantidades insuficientes de vitamina E en la dieta pueden sentirse cansados y fatigados y pueden presentar estados bajos de energía.
4. Vitamina C
La vitamina C está directamente relacionada con el catarro y las infecciones respiratorias, pero esto es sólo un mito. Eso sí, la falta de vitamina C en la dieta impide que el organismo del niño puede absorber correctamente el hierro, por lo que ese niño es más propenso a padecer anemia ferropénica.
También los bajos niveles de vitamina C están relacionados con una enfermedad que se llama escorbuto, que afecta directamente al cabello y a la piel. Incluso, la falta de vitamina C puede dar lugar a hematomas, sangrados nasales o sangrado de encías.
5. Vitamina K
La vitamina K tiene un poder antihemorrágico destacado. Por ello, cuando hay un déficit de esta vitamina, es probable que el niño sea más propenso a padecer hemorragias o a tener problemas de coagulación.
6. Vitaminas B12 y B6
Cuando un niño ingiere una dieta pobre en vitamina B12, principalmente porque sigue una dieta vegetariana o vegana y no consume productos de origen animal, es más propenso a desarrollar una fuerte anemia.
En el caso de la vitamina B6, su déficit está directamente relacionado con problemas de crecimiento en los niños, y también con la aparición de anemia, apatía o inapetencia.