El vómito y la regurgitación son dos síntomas muy típicos en bebés de corta edad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el vómito y la regurgitación son dos procesos fisiológicos distintos, cuyas causas son también diferentes. Te contamos cuáles son las principales causas de la regurgitación en los bebés, y cómo identificarlas.
¿Por qué regurgitan los bebés?
Si tienes un bebé recién nacido, y alguna que otra vez ha regurgitado después de la toma, es posible que estés algo preocupada y que dudes si éste es un motivo alarmante como para llevar a tu hijo al pediatra. Pues bien, si tu bebé regurgita después de cada toma o en tomas alternas, lo primero, no debes preocuparte, ya que la regurgitación es un proceso fisiológico normal en muchos bebés, que va despareciendo paulatinamente a medida que van creciendo.
Cuando un bebé toma leche, ya sea del pecho de su madre o del biberón, es frecuente que durante los primeros meses trague gran cantidad de aire al comer. Este aire se acumula en el estómago formando una especie de burbuja que crea malestar al bebé.
Cuando el aire sube hacia el esófago, para ser expulsado por la boca, suele contener también una pequeña porción de leche que es, precisamente, la que el bebé expulsa por la boca y que se conoce como regurgitación. Si quieres saber por qué regurgitan los bebés, otras de las causas de la regurgitación en los bebés son:
- En la mayoría de los casos, la causa principal de la regurgitación en los bebés es la inmadurez del cardias, una válvula que se encuentra situada en la boca del estómago y que es la encargada de regular el paso de los alimentos desde el esófago hasta el estómago.
- La regurgitación por inmadurez del cardias es un síntoma que afecta a aproximadamente 4 de cada 10 bebés menores de un año de edad. Sin embargo, a medida que van creciendo, este problema suele resolverse espontáneamente, por lo que lo normal será que el niño deje de regurgitar entre los seis meses y el año de edad.
- En algunos otros casos, pero con menor incidencia, los bebés pueden regurgitar, incluso, el bebé puede vomitar después de las tomas a causa de la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Este es un proceso más grave que la inmadurez del cardias y, además, no se resuelve espontáneamente a medida que el bebé va creciendo, por lo que precisa de tratamiento médico.
Por lo tanto, las regurgitaciones en el bebé no deberían ser un motivo de alarma para los padres, a no ser que éstas sean demasiado abundantes o que se observe que el bebé no gana peso a medida que van pasando las semanas, lo que provoca que el niño no cumpla con los percentiles de peso y talla para su edad.
¿Cómo mejorar las regurgitaciones de los bebés?
Aunque se trata de un proceso fisiológico normal que desaparecerá a medida que el bebé va creciendo y aprendiendo a comer sin tragar aire, existen algunos remedios que pueden ayudar a mejorar las regurgitaciones en los bebés. Por ejemplo, si tu bebé suele regurgitar con frecuencia después de las tomas, sería aconsejable que no esperes demasiado tiempo entre toma y toma para que no llegue demasiado hambriento a la hora de comer, y trague demasiado aire a causa de la ansiedad que le genera el hambre.
Si alimentas a tu bebé a través de lactancia artificial, intenta que el tamaño de la tetina del biberón sea el correcto para su boca, y también que el flujo de leche que sale por la tetina sea el adecuado a su edad.
Intenta hacer pausas a mitad de la toma y ponlo a eructar en alguna de las posiciones recomendadas para que los bebés expulsen el aire. Asimismo, evita colocar al bebé sentado antes, durante o después de las tomas, pues esta postura facilita la acumulación de aire en el estómago.