En los bebés de pocos meses, regurgitar tras finalizar la toma o incluso durante la misma es algo normal que, generalmente, no reviste importancia. No hablamos de vómitos, sino de la expulsión involuntaria de una pequeña cantidad de leche que retorna a la boca del niño tal vez porque ha comido demasiado deprisa o porque ha tragado aire. De hecho, muchas mamás primerizas no saben qué hacer si el bebé regurgita y quiere seguir comiendo, ya sea leche del biberón o alimentos sólidos.
Si tu hijo regurgita y ves que quiere seguir comiendo, no hay ningún motivo para no permitírselo. Puedes volver a ofrecerle el pecho o continuar dándole su biberón sin ningún problema. Cada pequeño sigue su propio ritmo a la hora de alimentarse. Algunos apenas regurgitan o lo hacen únicamente después de la toma, casi al mismo tiempo que el eructo, pero otros, dejan de mamar porque necesitan expulsar el aire que han ingerido, entre las diferentes causas de la regurgitación que se conocen.
Lo hacen y en ese momento, es normal que también echen algo de leche. Una vez expulsado el aire y tras regurgitar, el niño pide seguir comiendo porque en realidad no había terminado. A él no le ocurre nada y quiere continuar con su toma interrumpida. Puedes seguir alimentándolo con total normalidad, siempre y cuando el pediatra te indique lo contrario.
¿Debo esperar para dar de comer al bebé si regurgita?
Nunca hay que dar de comer al bebé si vomita o forzar a un niño a comer pero tampoco hay razón para mantenerlo sin alimento más tiempo del necesario. Como hemos dicho, en el caso de los regurgites puedes volver a darle de comer al pequeño si éste lo pide. Con los vómitos, siempre conviene esperar al menos 20 – 30 minutos y observar la reacción del bebé.
Puede que se haya tratado de un episodio pasajero sin importancia, en cuyo caso podrás continuar alimentándolo en cuanto se recupere. Transcurrido un tiempo prudencial, no hay motivo para no darle su comida al bebé si tiene apetito.
