Los bebés tienen que ir a la guardería, a no ser que escojas otro método como dejarlo con un cuidador o un familiar en casa. Si no estás en los dos últimos supuestos, seguramente te tocará recurrir a estas guarderías. Esto suele generar culpabilidad en los padres, sobre todo en los padres primerizos, pero el cuidado del bebé en estos centros es muy bueno y beneficioso para tu hijo. Te acercamos algunos consejos para dejar al bebé en la guardería sin sentirte culpable, a continuación.
1. Selecciona bien la guardería
No hay nada que deja más tranquilo a un padre y una madre que escoger un centro infantil que de confianza. Por este motivo, busca bien y no te precipites. No todos son iguales. Además, también debes preocuparte por conocer a todos los educadores que se harán cargo de tu bebé, esto te relajará bastante. Se debe elegir el centro que mas guste por el trato que se les da a los niños, por cómo se trabaja, etc. Así, será más rápida la adaptación del bebé en la guardería y los papás os quedaréis más tranquilos.
2. Dejar al bebé en la guardería poco a poco
Lo ideal para dejar al bebé en la guardería es que el niño pueda acudir a la guardería durante periodos de tiempo gradualmente más largo. Así, antes de que se termine la baja por maternidad o paternidad, deberíais ir llevando al pequeño unas cuantas horas al día. De esta forma, cuando empecéis a trabajar, el cambio no será tan brusco. Preparar al bebé para ir a la guardería no sólo será beneficioso para el pequeño. También lo será para los padres, que se irán acostumbrando poco a poco a separarse de sus hijos con periodos cada vez más largos.
3. Una guardería con acceso pleno
En el tema de la guardería, escoge una que facilite el acceso a los padres al aula durante los primeros días. No sólo es importante conocer el centro, el personal y los métodos educativos. También puede ser útil que tengas la libertad de poder acudir los primeros días para no sentirte ansioso por la separación. Además, para el bebé será fundamental tener una experiencia de contacto con la guardería junto a sus padres. Ojo, pues no todos los centros permiten esto. No obstante, si encuentras una guardería que lo permita, no lo dudes, es la mejor para poder afrontar el proceso de inicio de escolarización de tu hijo.
4. Estás escogiendo la mejor opción
Repítete este mantra “Estás haciendo lo mejor”. No estás castigando a tu hijo, no lo estás abandonando. Todo lo contrario. Estás ayudando a que su futuro sea mejor. Por un lado, haces que se relacione con niños de su edad y comience a tener un acercamiento con el mundo académico. Por otro, es necesario para que tú mismo puedas hacer tu trabajo y ganar dinero para poder mantener sus necesidades. Sí, muchos padres querrían ser ellos mismos quienes cuidaran de sus hijos, pero muchas veces las circunstancias no lo permiten. Por tanto, un padre deberá aceptar esta situación y afrontarla con calma y sabiendo que está haciendo en todo momento lo que debe hacer.
5. Comparte tus sentimientos
Las terapias en grupo funcionan, también en estos casos. Habla con otros padres que están en la misma situación para poder liberar estrés y culpa. Verás que ellos también se sienten igual. Podréis desahogaros todos y elaborar los sentimientos negativos, algo que te permite poder manejarlos posteriormente.
6. Aprovecha el tiempo con tu bebé
Si tu hijo pasa el día en la guardería, lo mejor para no sentirte culpable es, después, dedicarle mucho tiempo de calidad a tu hijo. Es importante darle total prioridad, aunque esto signifique renunciar a otras cosas o actividades. No desperdicies el tiempo que tu hijo pasa en casa, pues al día siguiente te arrepentirás al dejar al bebé en la guardería.