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¿Se acaba tu baja maternal? Consejos importantes para volver al trabajo

¿Se acaba tu baja maternal? Consejos importantes para volver al trabajo 3 mayo, 2018
Consejos para volver a trabajar tras la baja maternal

La baja maternal dura menos de lo que nos gustaría. Lo cierto es que la reincorporación al trabajo es muy dura, sobre todo si tienes un recién nacido al cargo. Una no quiere dejar a su pequeño por nada del mundo. Además, volver a la rutina puede ser un poco estresante, más cuando estás separada tantas horas de tu bebé. Es comprensible que esta separación te de un poco de miedo, sobre todo en a las que sois madres primerizas. No paras de preguntarte si tu hijo estará bien, si te echará de menos e incluso si te olvidará. Racionaliza y piensa que es una fase que hay que pasar. Aún así, te acercamos algunos consejos para volver al trabajo después de la baja por maternidad que te pueden venir bien.

Cómo afrontar la vuelta al trabajo tras la baja por maternidad

Si tienes que volver al trabajo después de los meses de baja maternal, los siguientes consejos te van a ayudar mucho a superar esta etapa:

1. Si tu hijo se queda en casa

Si has decidido que tu hijo se queda con los abuelos, algún familiar o incluso a con una niñera, debes familiarizarlos con el niño. Tendrás que pedirles que acudan a casa unas horas al menos desde una semana antes de tu reincorporación al trabajo. De esta forma, el bebé se irá acostumbrando a su presencia y tú te quedarás mucho más tranquila cuando estés en el trabajo.

No importa que estés en casa, déjale a esa persona que se encargue durante el tiempo que pase allí de tu peque. Por lo menos, sería bueno que se encargara de tareas básicas como cambiarlo, vestirlo o consolarlo si llora.

¿Ventajas de este sistema? Si viene alguien a casa no tendrá que madrugar para ir a la guardería, estará en su zona de confort y estará menos expuesto a virus.

2. Guardería tras la baja maternal

No tienes a nadie con quien dejar a tu hijo tras la baja maternal y has decidido que empiece en la guardería. Empieza a llevarlo un par de semana antes, por lo menos unas horas, para que tenga un periodo de adaptación. El primer día te costará dejar al bebé en la guardería sin sentirte culpable, así que puedes dejarlo una hora, el segundo dos, el tercero tres y así hasta completar el total de las horas que estéis separados.

Preparar al bebé así es positivo, pues empezará a ver a otros adultos y niños. Además, ahí reside una de las ventajas de la guardería, la sociabilidad y la capacidad de adaptación.

3. Siempre con una sonrisa

Intenta volver a casa siempre con una sonrisa. Los bebés son muy perceptivos, si nota que estás triste o abatida, podría empatizar con tus emociones y copiarlas. Debes tener calma y disfrutar de vuestros momentos juntos, que ahora serán menos. Así pues, no te olvides de:

Posponer cualquier situación que pueda ser estresante para el bebé. Durante las horas que paséis juntos, simplemente debéis estar tranquilos. Por ejemplo, no le cambies de habitación para dormir o de cuna. Respeta los hábitos y costumbres que tenéis hasta el momento.

Dile «Hola» con alegría cuando lo veas. Esto también sirve para la despedida, si le dices adiós con angustia, el niño se quedará angustiado. Intenta por todos los medios no perderte el baño de tu hijo. Sumergido en el agua, el bebé recuerda cuando estaba en tu interior. Es un momento muy reconfortante. Una experiencia que puede crear otro vínculo con tu bebé. Un momento íntimo y mágico que reforzará vuestros lazos de unión.

4. Evita los sentimientos de culpabilidad

Quizá sea la parte más complicada a la hora de volver al trabajo tras la baja maternal. La culpabilidad, muchas veces, no se puede controlar. En el fondo te sientes mal, crees que lo has abandonado y que creías que sería mucho más fácil. Debes dejar a un lado esta culpabilidad.

Intenta cambiar los pensamientos negativos por pensamientos positivos. Este tipo de técnica funciona muy bien. En vez de pensar que has abandonado a tu hijo, piensa en qué gratificante será verlo por la noche y abrazarlo.  En vez de pensar que no puedes con todo, piensa que tu hijo te adora y que seguro que será sencillo cuando le cojas el tranquillo.

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