Con la llegada del bebé y cuando la baja por maternidad se termina, hay un cambio importante en nuestro día a día. Será el primer momento en el que tengamos que separarnos de nuestro hijo. No suele gustar. Tienes varias opciones, contratar a una persona externa o dejar al bebé con los abuelos u otro familiar. En este último caso, conviene extremar la precaución. Una persona contratada se ceñirá a lo que buscas. Un familiar quizá no tenga tan claras las cosas.
A continuación, te damos unos consejos para dejar al bebé con los abuelos y todo lo que debes saber para que el cuidado de tu bebé esté en buenas manos todos los días.
Recomendaciones para dejar al bebé con los abuelos por primera vez
Como comentábamos, es difícil decidir dónde dejar al bebé durante el día. Además, una persona a la que pagas es más fácil decirle cómo quieres que se hagan las cosas. Los familiares pueden ser más complicados. Sobre todo, los abuelos. Por este motivo hay que establecer siempre las reglas que consideras importantes en el cuidado. Dejarlo todo claro a priori. Sigue leyendo para conocer más recomendaciones para dejar al bebé en casa de los abuelos por primera vez.
Dejar las cosas claras, el primer paso
Antes de dejar al bebé con los abuelos, habla con tu pareja. Establece todo aquello que creas que debéis considerar. En ocasiones, pensamos que nuestra pareja está de acuerdo con lo que decidimos. Pero podemos encontrarnos con sorpresa. Más si la persona que va a cuidar a nuestro hijo es nuestra suegra. Por este motivo hazte cuestiones, junto a ella, como las siguientes:
- ¿Seguirás amamantando al bebé?
- ¿Comenzará a tomar leche de fórmula?
- ¿Es mejor establecer un horario de comidas fijo o a demanda?
- ¿Estás conforme con las recompensas como premio?
- ¿Quieres que el bebé aprenda a dormir solo desde el principio?
- ¿Cuánto tiempo quieres que dure el paseo diario del bebé?
Son sólo un ejemplo. Hay muchas preguntas como estas que podéis haceros. Una vez las tengáis claras, podréis compartir con los abuelos vuestras conclusiones.
Buscar ante todo el bienestar de tu hijo
Una vez establecidos los puntos anteriores, deberías tener una charla con los abuelos para que puedan entender al bebé y sus cuidados básicos. Lo mejor para dejar al bebé con los abuelos por primera vez es hablar con ellos de forma natural y ser lo más sinceros posible. El cuidado del bebé es importante. Hacer las cosas como tú quieres también. No obstante, no perdamos de vista nunca lo esencial, el bienestar de tu hijo.
Háblales de tus ideas. Explica con calma y cariño todo sobre la higiene del bebé, su alimentación y por qué quieres hacer las cosas de una forma u otra. Intenta escuchar sus opiniones, no olvides que antes de ser abuelos, ellos mismos fueron padres. Los tiempos han cambiado, pero son una fuente inagotable de conocimiento sobre la crianza de los hijos. Al final, el secreto está en establecer un diálogo con las personas que van a estar cerca de tu hijo todos los días. Mantener lazos estrechos de comunicación para que, ante cualquier duda, las cosas se resuelvan fácilmente.
La seguridad es lo primero
Tanto si el bebé va a estar en tu casa como en casa de los abuelos, tienes que preparar el espacio. La seguridad es lo primero, sobre todo cuando los bebés empiezan a gatear. Además, es importante informar a los abuelos de las principales cuestiones referentes a la seguridad del bebé.
Son cuestiones que de ningún modo serán negociables, al igual que si te decantas por la niñera o la guardería para dejar al bebé durante el día. Por ejemplo, que el pequeño duerma siempre sobre la espalda para poder prevenir el Síndrome de Muerte Súbita. También cosas como evitar alimentos sólidos demasiado pronto. No des por sentado que este tipo de información la tiene todo el mundo. Los tiempos cambian. Hay nuevos estudios y cada vez sabemos más sobre el cuidado del bebé. Comparte este conocimiento con los abuelos. Y si lo crees oportuno, deja que te acompañen un par de veces a la visita con el pediatra.
Un nivel superior es hacer que los abuelos puedan acudir a algún curso de cómo asistir a bebés y niños durante un accidente casero. No son largos ni complicados, y pueden salvarle la vida a tu hijo en un momento complicado.