Especialmente si hablamos de lactancia materna a demanda, es difícil determinar el momento exacto en el que las tomas empiezan a alargarse y a distanciarse en el tiempo hasta que acaban reduciéndose en número. Es algo que siempre sucede de manera progresiva a medida que el pequeño va desarrollándose. Normalmente, es entre el tercer y cuarto mes cuando se alargan las tomas nocturnas y esa prolongación resulta más evidente.
Durante las primeras semanas, el bebé mama entre 8 y 10 veces. En esos primeros días el bebé no solo busca su alimento en cada toma sino también calor materno, consuelo y seguridad ante un mundo que le es absolutamente desconocido. Crecen muy deprisa y un recién nacido de semanas poco tiene que ver con un bebé de tres o cuatro meses. A esta edad, habrá duplicado o triplicado su peso y ahora, sus necesidades nutricionales son muy diferentes. En este tiempo, el lactante ha aprendido a succionar (y vaciar) a la perfección el pecho de mama o su biberón. La cantidad de leche por toma ha aumentado de manera considerable y la necesidad de comer comienza a espaciarse en el tiempo.
¿Cuándo se reduce el número de tomas nocturnas del bebé?
Cada niño sigue su propio ritmo vital y no hay un calendario exacto que indique cuándo se prolongan las tomas del bebé y que marque la reducción en el número de tomas. Esta situación es algo que se da de forma natural.
Seguramente a finales del segundo mes, notarás que tu hijo hay días que aguanta más tiempo del previsto sin reclamar su leche. Es absolutamente normal. El pequeño comienza a auto regularse y probablemente, a partir del tercer mes ya no se despierte como “un reloj” por las noches pidiendo su alimento. Es ese momento maravilloso en que la mamá puede empezar a dormir cinco o seis horas seguidas mientras su pequeño también disfruta del sueño nocturno. Tras este primer paso, entre el cuarto y el quinto mes, en la mayoría de los casos, los bebés limitan su número de tomas a unas 4 a 5 diarias, aunque hay que insistir en que éste es un proceso que se desarrolla de manera progresiva y siempre dependiendo de cada niño.