Si tu bebé vomita después de tomas, debes saber que no puede considerarse algo normal que el bebé vomite después de comer de manera continuada. Si ocurre alguna vez, no tiene mayor importancia. Puede que el pequeño tenga un exceso de mucosidad que le impide alimentarse correctamente, puede que haya comido muy deprisa o simplemente, no se encuentra del todo bien y la leche le ha caído mal.
El vómito en los niños de pocos meses es algo frecuente, pero si el bebé vomita tras cada toma hay que consultar con el pediatra para determinar qué provoca el vómito del bebé tras las tomas. Una gastritis que debe ser tratada, una alergia o intolerancia a algún componente alimenticio, un problema en el aparato digestivo… Si los vómitos se repiten una y otra vez, el diagnóstico médico resulta imprescindible para garantizar la salud del bebé y conseguir explicar si es normal que el bebé vomite después de las tomas o se trata de una afección específica.
Cómo diferenciar si el bebé vomita o regurgita tras la toma
Es importante no confundir el vómito con la regurgitación, es decir, esa bocanada de leche que el bebé expulsa de manera involuntaria tras la toma. El regurgite sí es algo normal en los pequeños hasta que cumplen los seis meses e incluso hasta que llegan al año de vida. No se trata de un vómito, sino de un poco de leche materna o del biberón que vuelve a la boca por la inmadurez que aún presenta la unión del esófago con la entrada del estómago del bebé.
El vómito después de las tomas del bebé es diferente. Supone malestar para el niño y la expulsión de la comida de manera violenta, con fuerza, generalmente con arcadas previas. Si esto ocurre una vez, es normal, pero si pasa cada vez que el bebé come, no lo es en absoluto y el bebé corre el serio riesgo de deshidratarse. Especialmente si el vómito presenta color oscuro o verdoso debes acudir al pediatra lo antes posible.