Las alergias en el bebé son motivo de preocupación. Conocer el motivo de su aparición no es sencillo. Muchas veces, es la herencia genética la que hace que aparezcan estas enfermedades alérgicas en los recién nacidos. No obstante, hay más mecanismos implicados, no es únicamente una cuestión de genes. Ahora bien, ¿se pueden prevenir las alergias con la leche materna? Sí, lo cierto es que la lactancia materna, por ejemplo, ayuda considerablemente a prevenir las alergias en el bebé desde su nacimiento.
¿La leche materna previene las intolerancias?
Existen suficientes evidencias de que la lactancia materna es capaz de disminuir considerablemente el riesgo de atopia, eccema, alergia alimentaria y alergia respiratoria. Este efecto, además, se mantendría hasta la adolescencia.
¿Cómo es posible? ¿Cómo pude proteger la lactancia materna a mi bebé de futuras alergias? La forma en la que la lactancia materna, sobre todo si es exclusiva, protege de la sensibilización alérgica la encontramos en:
- Una forma directa. El bebé no consume proteínas de leche no humana u otros alimentos, solo leche materna.
- Una forma indirecta. Los anticuerpos maternos son transferidos al lactante cuando amamanta.
La explicación a todo esto es sencilla. La leche humana transporta un montón de mensajes bioquímicos a través de las hormonas que la conforman. Así, hay factores de crecimiento, citoquinas y células completas, vitales para la salud del bebé. Todo esto va a fomentar un desarrollo intestinal óptimo y a mejorar, en general, las defensas del bebé.
Son varios los procesos que se implican en la reacción del sistema inmunitario frente a los alérgenos. La desregulación de cualquiera de ellos, provocaría un incremento de la susceptibilidad a padecer algún tipo de alergia. No obstante, la leche materna ayuda a desplazar el equilibrio hacia la tolerancia en vez a la sensibilización en el momento del contacto y exposición con un alérgeno.