¿Tienes un bebé y un gato en casa, y temes que esta mascota pueda desencadenar una alergia a tu hijo? Si te preocupa este aspecto dentro de la salud del bebé, descubre si los gatos pueden provocar alergia al bebé, a continuación.
Síntomas de la alergia a los gatos en bebés
Cuando un bebé es alérgico a una mascota determinada, como un perro, un gato, una cobaya o un conejo, y entra en contacto con la caspa, la orina o las heces del animal, su sistema inmunológico se pone en alerta, y comienza a eliminar histamina, una sustancia química que le inflama la nariz y las vías respiratorias.
Por lo tanto, los gatos y otras mascotas domésticas sí que pueden ser causa de alergia en los bebés y niños pequeños, por lo que es importante que vigiles si tu hijo presenta síntomas concretos cuando entra en contacto con vuestro gato, además de conocer las distintas formas de detectar la alergia en niños y bebés inmediatamente.
Los síntomas de alergia más frecuentes que provocan los gatos y otras mascotas en los bebés alérgicos a estos animales son: el moqueo nasal, los ojos llorosos e inflamados, los estornudos, la tos, las sibilancias respiratorias (directamente relacionadas con asma), los sarpullidos o la urticaria. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los ataques de asma se producen durante los primeros años de vida del niño alérgico, y éstos pueden estar directamente relacionados con la presencia de gatos o de otros animales en casa.
Por lo tanto, si observas que tu bebé presenta alguno o todos estos síntomas y éstos no sólo aparecen por temporadas, sino a lo largo de todo el año, es muy probable que el bebé tenga alergia al gato y debáis empezar a buscar solución.
Ten en cuenta que los síntomas de alergia en los bebés pueden aparecer aunque el niño no entre en contacto directo con el animal, pues los alérgenos pueden estar presentes en cualquier parte de la casa.
