El masaje es una terapia muy recomendable para todos los bebés desde el nacimiento, ya que a través de él los pequeños obtienen una serie de beneficios muy importantes tanto a nivel físico como emocional. Si quieres aprender a dar un masaje relajante a tu bebé, estos son los pasos que debes seguir. ¡Sigue leyendo!
¿Cómo darle un masaje relajante al bebé?
Felicidad, tranquilidad, relajación,… Son sólo algunos de los múltiples beneficios de los masajes para el bebé. Por ello, es importante que se habitúen desde el nacimiento a este ritual tan saludable.
El masaje ayuda al bebé a conseguir un estado de relajación, y por lo tanto también, a dormir mejor. Pero a través del masaje los bebés también consiguen desarrollar su sistema motor, reducir las molestias del cólico del lactante, incluso, conseguir un tránsito intestinal regular y prevenir el estreñimiento. Estos son los pasos que debes seguir para darle un masaje relajante a tu bebé todos los días:
1. No descuides los detalles
Cuando nos disponemos a darle un masaje relajante a nuestro bebé, es importante que tengamos en cuenta todos y cada uno de los detalles para conseguir el objetivo final: que el bebé se relaje.
La habitación en la que vayamos a darle el masaje al pequeño debe estar perfectamente acondicionada y a una temperatura ambiente de unos 27 grados centígrados, en la que el niño no sienta ni frío, ni tampoco calor. La iluminación de la habitación del bebé es también otro elemento importante a tener en cuenta, especialmente porque con una luz demasiado intensa, nos será mucho más complicado relajar al bebé a través del masaje. Escoge una pequeña lamparita que emita una luz tenue.
2. Empieza por la cara
Una vez que hayas preparado bien la estancia, es hora de comenzar con el masaje relajante para tu bebé. El primer paso es comenzar con un suave masaje en la cara a través de la yema de los dedos, y mediante toques muy suaves (como si fueran caricias).
Una de las mejores técnicas para relajar al bebé es hacer pequeños círculos con los dedos desde la zona de la frente y bajando hasta la barbilla. Procura masajearle la cara siempre desde la zona central de la cara hacia afuera, y también desde arriba (la frente) hasta abajo (el mentón y la barbilla).
3. Continúa con el pecho
Una vez que hayas masajeado su carita, habrás conseguido que el bebé esté mucho más relajado, por lo que ha llegado el momento de descender a la zona del pecho y del abdomen. Desviste al bebé y déjalo sólo con un pañal, para que puedas darle mejor el masaje.
Dale pequeñas caricias por la zona del pecho y las costillas al igual que haces para calmar los cólicos, y cuando llegues a la zona del abdomen, recuerda que debes dar masajes circulares en el mismo sentido de las agujas del reloj.
4. Pasa hacia la espalda
Una vez que hayas terminado de masajear la zona del pecho y del abdomen, ha llegado el momento de pasar a la espalda. Para ello, debes darle la vuelta a tu bebé con mucho cuidado, de tal manera que se quede boca abajo.
Abre bien la palma de las manos y comienza con unas suaves caricias desde la zona del cuello, hasta la zona lumbar. Lleva mucho cuidado y no ejerzas demasiada fuerza, pues la columna vertebral de los bebés no está desarrollada al cien por cien.
5. Masajea las extremidades
El último paso de este masaje relajante para bebés pasa por masajearle también las extremidades: los brazos y las piernas. Para ello, vuelve colocar a tu bebé boca arriba y masajea suavemente sus extremidades desde adentro hacia afuera. Puedes terminar el masaje de esta zona acariciando suavemente los dedos de las manos y de los pies.