Con los niños celíacos hay que tener una única precaución: darles una dieta sin gluten. Si se controla la alimentación, la enfermedad no dará problemas y éste es el único tratamiento para celíacos que existe. En cambio, la presencia de gluten en la dieta -aunque sea en cantidades mínimas- aumenta el riesgo de padecer efectos secundarios graves. Se ha de ser especialmente cuidadoso con los celíacos y tener en cuenta algunas precauciones:
Si tu hijo es celíaco y no tolera el gluten, asegúrate siempre de comprobar los ingredientes que contienen los alimentos que compres. Evita comprar productos a granel y productos elaborados artesanalmente, ya que estos no suelen estar etiquetados y no llevan el listado de sus componentes. En los supermercados existen productos sin gluten específicos.
Informa a todos los adultos que vayan a estar a cargo del pequeño (profesores, monitores, padres de amigos…) de su condición, para que le procuren una dieta especial y no comparta comida con el resto de niños.
Asegúrate de que el comedor escolar le proporciona una dieta adecuada a sus necesidades. Haz lo mismo en caso de que tu hijo acuda a un cumpleaños o cualquier celebración. Los colegios informan de estos trastornos a los encargados de la cocina, por tanto, no tendrán problema en prepararle a tu hijo un menú escolar para niños celíacos.
No olvides que el gluten están presente en formas que en principio no imaginamos, así que estate alerta y controla algunas situaciones como las siguientes: algunas tortillas de patata pueden contener levadura, algunos alimentos pueden haber sido fritos en aceite donde previamente fue cocinado otro alimento rebozado, la hostia que se toma en caso de que el niño reciba la comunión también lleva gluten…