Son muchos los bebés que después de cada toma de biberón o después de recibir lactancia materna necesitan expulsar una pequeña cantidad de leche que todavía no han digerido. A continuación, te contamos todos los detalles sobre qué es la regurgitación en los bebés y a que se debe este mecanismo fisiológico típico en muchos niños.
En principio, la regurgitación es un mecanismo fisiológico de los bebés lactantes que no nos debería preocupar. Se trata de un proceso en el que el niño expulsa una pequeña cantidad de leche nada más finalizar la toma. En la mayoría de los casos, la regurgitación después de las tomas suele ser debida a que el bebé presenta una inmadurez en el cardias, la válvula que se encuentra entre el estómago y el esófago, y cuya función es regular el paso de los alimentos que toma el niño.
La regurgitación a causa de la inmadurez del cardias es algo que sufren más de la mitad de los recién nacidos, y se trata de un mecanismo que tiende poco a poco a desaparecer a medida que el bebé va creciendo y casi siempre antes de cumplir el primer año de vida.
Síntomas de la regurgitación en los bebés
Si eres papá o mamá primeriza, es posible que no sepas identificar cuándo el bebé regurgita. En ocasiones, los bebés pueden también regurgitar si, por ejemplo, han tomado demasiado alimento o si han tragado mucho aire durante la toma. De hecho, estas suelen ser las causas más frecuentes de la regurgitación en bebés menores de un año.
Regurgitar no es lo mismo que vomitar, ya que cuando un bebé regurgita no suele darse cuenta de lo que le está sucediendo, y sin embargo cuando vomita, es probable que le resulte incómodo, incluso, que sienta dolor al hacerlo.
En determinadas ocasiones, y si el bebé presenta alguno de estos síntomas, es conveniente llevarlo al médico para que pueda hacerle una exploración más completa: si el bebé no coge peso durante varias semanas consecutivas, si el bebé regurgita mucha leche (más de lo que estimaríamos como dos cucharadas), si está más cansado de lo habitual, si moja menos de seis pañales al día, o si regurgita un líquido color amarillo o verde, en lugar de la leche. Y es que cuando un bebé presenta uno o varios de estos síntomas de forma repetida, es probable que las regurgitaciones sean debidas a la enfermedad por reflujo gastroesofágico que precisa de tratamiento médico.
Otro de los principales síntomas que presentan los bebés con regurgitaciones es que hacen la digestión más lentamente que el resto de los niños. Por ello, un síntoma muy común es que regurgiten alimentos que han ingerido, incluso, varias horas antes.
¿Cómo aliviar los síntomas de la regurgitación en los bebés?
Si tu bebé suele regurgitar después de cada toma, pero no presenta ninguno de los síntomas que se relacionan con la enfermedad por reflujo gastroesofágico, puedes quedarte tranquila porque tu hijo no precisará de ningún tipo de tratamiento. Sin embargo, aunque la regurgitación sea un mecanismo fisiológico normal en muchos niños, podemos ayudar a los bebés que regurgitan, a través de algunos trucos. Descubre cómo aliviar los síntomas de la regurgitación en bebés a continuación:
- No fuerces nunca a tu bebé a comer cuando sientas que éste no tiene hambre.
- Los bebés que sufren regurgitaciones deberían tomar, preferiblemente, leche materna en vez de leche artificial, ya que la leche materna se digiere mucho mejor y las proporciones de alimento siempre son las adecuadas en cada toma
- Dale siempre de comer en un ambiente relajado y tranquilo para que el bebé pueda hacer la toma a su ritmo y sin prisas.
- Acuéstalo después de las tomas para que descanse el estómago, pero intenta ponerle un pequeño cojín o toalla debajo del colchón para que su cuerpo esté algo inclinado, y esto le facilitará el paso de la leche hacia el estómago.