Si acabas de tener un bebé es probable que entre todos los regalos que ha recibido tu hijo por parte de familiares y amigos se encuentre un andador (también conocido como tacatá). Pero, ¿son realmente seguros los andadores para bebés? Descubre la respuesta a continuación.
¿Por qué está contraindicado el uso del tacatá para bebés?
Si recientemente has acudido con tu hijo a una de sus revisiones médicas con el pediatra, es más que probable que éste te haya desaconsejado, incluso prohibido, el uso del tacatá para tu bebé. Pero ¿por qué están contraindicados los andadores para los niños pequeños?
Una de las principales justificaciones que utilizan los pediatras para desaconsejar el andador para los bebés es que, además de tratarse de un objeto poco útil para enseñar a caminar al niño, en algunos casos, el andador puede provocar trastornos en el desarrollo motor natural del bebé.
Además, a todo esto hay que añadir también que los andadores o tacatás no son del todo seguros, aunque muchas marcas de puericultura se empeñen en demostrar lo contrario. Al utilizar el andador, el bebé tiene más riesgos de sufrir accidentes domésticos como, por ejemplo, golpes en la cabeza, fracturas en brazos y piernas, incluso, caídas por las escaleras.
Asimismo, se ha demostrado que los niños que utilizan este andador durante un tiempo prolongado pueden llegar a sufrir cierto retraso en el desarrollo de las piernas y de la espalda, ya que el tacatá fuerza al bebé a caminar con las piernas separadas, y ésta no es una postura natural para aprender a caminar.
Por todo ello, colocar al bebé en un andador, no sólo implica un alto riesgo de accidente en casa con el bebé, sino que, además, puede provocar que el niño sufra una alteración en su sistema motor. Y es importante que el sistema motor del bebé siga su curso natural y vaya directamente ligado al desarrollo mental del niño.