La forma de introducir nuevos alimentos en la dieta del bebé es a través de las papillas o purés. En el caso de los potitos, encontrarás un montón de opciones en tu supermercado, aptos para la edad de tu hijo. Si prefieres las papillas caseras, debes coger únicamente los alimentos que pueda tolerar su estómago y triturarlos correctamente para que puedan ingerirlos con facilidad. Si tienes claro que quieres una alimentación natural para el bebé, lo mejor es optar por estas papillas caseras. Nadie nace aprendido, así, aquí tienes unos cuantos consejos para preparar las primeras papillas del bebé en casa.
¿Qué alimentos se pueden usar en las primeras papillas?
Cuando los bebés son muy pequeños, sus estómagos no están lo suficientemente preparados para tolerar y digerir todo tipo de alimentos. Por este motivo es importante introducirlos poco a poco, sustituyendo así la leche materna o en polvo. Aproximadamente la alimentación exclusiva con leche suele darse hasta los seis meses de edad. Pero cada niño es un mundo. A continuación, te explicamos más consejos para preparar las primeras papillas de tu hijo o hija:
- Una vez tengas que comenzar a introducir alimentos, empieza con las verduras hervidas. Son mucho más fáciles de digerir y, por tanto, están recomendadas en las primeras papillas. Con estas verduras no tendrás demasiados problemas. El reto viene después, cuando tengas que ir añadiendo alimentos.
- Ten claro una cosa, siempre escoge alimentos que tengan fácil digestión. Evita ingredientes demasiado pesados, al igual que otros errores al dar de comer al bebé muy comunes entre padres primerizos. Así reducirás las probabilidades de reacciones alérgicas y malas digestiones. Por ejemplo, estas papillas iniciales suelen hacerse sin gluten, pues suele ser de difícil digestión.
- Estas primeras papillas de verduras, pueden hacerse a base de calabacín, coliflor, zanahoria o patata. En el caso de la fruta, opta también por aquellas que menos alergias suelen provocar, como la manzana y la pera. Luego podrás añadir otras, tales como el plátano o la fresa, por ejemplo.
- Lo más importante en este proceso es que añadas los alimentos poco a poco. Uno cada día. De esta forma, si hay alergias, podrás detectar fácilmente a qué ingrediente en concreto la causa.
Cómo hacer una papilla de verduras para el bebé
En las papillas de verdura, escoge dos o más. Escoge, por ejemplo, patata y zanahoria. Hiérvelas correctamente. El secreto para triturarlas es que estén muy blanditas. Si están semicrudas o crudas, podrían dañar el estomago de tu hijo. Además, no añadas sal.
Si tienes dudas de cuándo están, pínchalas con un tenedor. Notarás que poco a poco se van ablandando. Cuando se deshagan prácticamente, podrás retirar el agua y poner las verduras en un recipiente para batirlas. Hazlo con cuidado y a conciencia, intentando que no quede ningún grumo. Si es demasiado espesa, siempre puedes añadir un poco de agua, quizá la que has usado para hervir las verduras.
Cómo hacer una papilla de frutas para el bebé
En las papillas de fruta, puedes mezclar también varios ingredientes. Prueba, por ejemplo, con la manzana y la pera. Puedes hervir la fruta si quieres que sea una papilla caliente. Además, también se pueden endulzar usando un poco de canela. No uses azúcar, el bebé aún no la tolera bien.
Si quieres que la papilla sea fría, puedes triturar la fruta cuando esté muy madura. Eso sí, evita que esté muy fría y lávala previamente. Cuando el bebé crezca, se podrá añadir galletas a este tipo de papillas. Pero primero sin gluten.
