Los primeros meses de la vida de un bebé son muy estimulantes. Sí, es cierto que pasan gran parte del tiempo durmiendo, pero cuando se despiertan, están fascinados con el mundo exterior. Como padres, nuestro trabajo es ayudar y contribuir en su estimulación temprana. Hay muchos objetos que se pueden usar para ello. Los sonajeros, por ejemplo, son accesorios para bebés ideales que estimulan su desarrollo auditivo y táctil, muy recomendables en las primeras etapas del recién nacido. Ahora bien ¿sabrías cuál comprar? Te ayudamos a elegir el mejor sonajero para tu bebé, a continuación.
Consejos útiles para comprar un sonajero
Por norma general, solemos fijarnos en los juguetes por su colorido. Bien, es una parte importante a la hora de elegir un buen sonajero, ya que pueden estar hechos de texturas llamativas. Los estímulos visuales con buenos para el bebé. No obstante, no podemos dejarnos llevar únicamente por la apariencia de estos sonajeros. En primer lugar, elige un sonajero que sea una gran pieza única. Esto atraerá mucho más al bebé y será mucho más seguro (las piezas pequeñas, en bebés, mejor no). Hay sonajeros que reproducen sonidos relajantes, intenta escoger los que sean menos estridentes (tú también lo agradecerás). Además, deben ser agradables al tacto.
Lee siempre las etiquetas del producto
Lo primero que hay que hacer antes de decidirnos por un sonajero u otro, es leer su etiqueta. Para comprar los primeros juguetes del bebé, tienes que comprobar en todo momento que están fabricados según la norma europea EN 71-1:2011 sobre seguridad de los juguetes. Otros datos importantes que no deben faltar para comprar un sonajero para tu bebé, y que dan fiabilidad al producto, son los siguientes:
- Nombre del juguete.
- Nombre de la marca del producto.
- Dirección del fabricante.
- Dirección del exportador.
Evita los juguetes de plástico
Cuando los sonajeros están hechos de plástico, fíjate que no tengan ftalatos. Es una sustancia que da flexibilidad a este material, pero que es bastante tóxica. Está demostrado que afecta al desarrollo de los huesos. Aún así, sigue utilizándose en algunos juguetes, también podría estar presente en ese sonajero tan bonito que estás pensando en comprar. Si quieres, puedes confiar mejor en esas empresas que se dedican única y exclusivamente a fabricar juguetes completamente libres de ftalatos.
Cuidado con el barniz de los sonajeros de madera
Los sonajeros de madera son una verdadera preciosidad. Tan delicados, tan vintage y tan decorativos. No obstante, deberás buscar un acabado lo más liso y suave posible. Además, tendrás que revisar el barniz y la composición de los materiales del sonajero. Intenta que sean sonajeros que no tengan demasiado barniz. Hay marcas específicas que señalan el uso de barnices naturales. Estos tienen un acabado con tintes en base agua y aceites naturales que garantizan la seguridad de los bebés más pequeños.
Escoge un sonajero acorde a la edad de tu hijo
Hay que tener en cuenta la edad del pequeño. Normalmente, los sonajeros son recomendables cuando el bebé tiene más de 6 meses. Los bebés más pequeños no pueden sostenerlos en sus manitas. No tienen fuerzas suficientes en las muñecas, por lo que además de caerse podría lesionar su muñeca.
Espera a los 6 meses. Si no quieres, siempre puedes optar por sonajeros adaptados a bebés más pequeños. Son sonajeros que se pueden colocar en sus piernas o en sus muñecas, para que, al moverse, emitan los sonidos para estimular el oído del bebé. Además, estos sonajeros suelen contar con una base. Podrás colgarlos en la cuna y no necesitarás que los pequeños lo sujeten.
Otras recomendaciones básicas para comprar un sonajero para el bebé, sea cual sea su edad, son las siguientes:
- Evitar por todos los medios los sonajeros que terminen en forma de pelota pequeña o con piezas muy pequeñas que puedan desprenderse.
- Elegir sonajeros con asas que sean más grandes que la boca de tu hijo.
- Revisar periódicamente el sonajero para ver que no le falta ninguna pieza y que está en perfecto estado.
- Evitar sonajeros con ruidos demasiado estridentes que puedan dañar el oído del bebé.