Entre los tres y los cuatro meses de vida, muchos bebés padecen los llamados cólicos del lactante. Son molestos y pueden llegar a resultar dolorosos para el pequeño que llora sin consuelo para desesperación de sus padres. Muchas mamás se preguntan por qué se producen y si la alimentación de la madre durante la lactancia influye en los cólicos del bebé, en gran parte.
No están claras las causas que provocan los cólicos, aunque los expertos apuntan a distintos factores, principalmente la propia inmadurez del sistema digestivo del bebé. No hay estudios que confirmen que la alimentación de la madre lactante influye de manera determinante en la aparición de estos cólicos que implican hinchazón y dolor abdominal, gases y malestar general en niño.
La idea de que la ingesta de determinadas verduras de sabor intenso o de legumbres es la causa de cólicos en los bebés es totalmente errónea, porque en ningún caso a la leche materna llegan los posibles gases que pudieran producirse en el proceso de la digestión.
¿Cuál es la relación entre los cólicos del lactante y la lactancia materna?
Muchos pediatras afirman que el origen de los cólicos puede estar relacionado con factores psicológicos, sociales y digestivos pero, en principio, no con la lactancia materna ni con lo que coma la madre.
Aun así, si tu hijo los padece con excesiva frecuencia e intensidad debes consultar al pediatra sobre las posibles causas. Algunos expertos aseguran que el consumo, por parte de la madre, de leche de vaca, derivados lácteos y a otros alimentos como los frutos secos o los huevos, podría tener relación con la aparición de cólicos en los lactantes.
Se cree que si un bebé es alérgico a la proteína de la leche (caseína) o a sus azúcares (es decir, el bebé es intolerante a la lactosa) y su madre toma productos que los contengan, tal vez, los cólicos podrían aparecer o acentuarse como una reacción propia de alergias e intolerancias. De momento son estudios no concluyentes, por lo que los expertos señalan que no se debe cambiar la dieta de la madre ni dejar la lactancia sin consulta médica previa, ya que, es poco probable que los cólicos del bebé estén relacionados con la lactancia y con la alimentación de la mamá.