Poner pendientes al bebé es una elección personal de cada padre. Se trata de un tema controvertido que suscita muchas opiniones, al igual que la edad recomendada para poner pendientes al bebé. No obstante, en el caso de que los padres lo tengan claro y decidan colocarlos, lo más importante es que sepan cómo deben ser los pendientes para el bebé.
Claves para elegir los primeros pendientes del bebé
Hay varios puntos que debes tener en cuenta para elegir correctamente los pendientes para tu bebé, por ejemplo, estas 5 claves:
- El material de los pendientes: la piel del recién nacido es muy delicada. Además, no está exenta de padecer diversas alergias. Por tanto, los pendientes deben ser pendientes que no contengan níquel. La mejor opción son los pendientes de oro, aunque también la plata puede ser buena elección, ya que los materiales nobles son lo que menos alergias producen, en bebés y adultos.
- La forma del pendiente: los bebés recién nacidos duermen la mayor parte del tiempo. Si duermen de lado y los pendientes tienen aristas, podrían ser peligrosos. Coloca pendientes sencillos, redondos, planos y finos.
- El tamaño del pendiente: evita comprar pendientes muy grandes. Los pendientes pequeños irán en sintonía y proporción con la carita de tu hijo.
- El cierre del pendiente: el mejor cierre para el pendiente de un bebé es el de tuerca a rosca. Es el más seguro, pues no se lo pueden arrancar de forma accidental. Evita, además, que el pendiente sobresalga por detrás, ya que puede ser afilado y ser peligroso para el bebé si se coloca de una postura determinada, por ejemplo de lado.
- El peso del pendiente: es necesario que el material que se use no pese demasiado. Si escoges un tamaño pequeño seguramente no tendrás este problema. Los pendientes pesados pueden irritar la piel de la oreja de un niño tan pequeño.
