Tras recibir una vacuna, los bebés están expuestos a padecer ciertos efectos secundarios, aunque éstos no suelen aparecer frecuentemente con todas las vacunas. Si acabas de vacunar a tu hijo y no quiere comer, te explicamos por qué un bebé puede perder el apetito después de recibir una vacuna.
¿Pierden el apetito los bebés después de una vacuna?
Uno de los posibles efectos secundarios de las vacunas infantiles es que el bebé no quiera comer y pierda el apetito durante unas horas. Sin embargo, que un bebé deje de comer después de una vacuna no suele ser lo más frecuente. Hay que tener en cuenta que las vacunas son moléculas que estimulan la reacción del sistema inmunológico del bebé para que su organismo aprenda a defenderse frente a determinadas enfermedades.
Sin embargo, los pediatras reconocen que no se debe modificar la dieta ni los horarios de comida del bebé por el simple hecho de que éste haya sido vacunado. Lo mejor es seguir dándole el alimento que el niño tome habitualmente, ya sea leche materna o leche de fórmula, a demanda, y en la misma cantidad que suele tomar cada día.
Tan sólo dos de cada diez niños vacunados puede sufrir algún efecto secundario tras una vacuna, y el más frecuente de ellos es la fiebre. En caso de que el bebé tenga fiebre o febrícula después de una vacuna, lo más normal es darle un medicamento antitérmico como el paracetamol, y siempre que su pediatra así lo aconseje.
En caso de que la vacuna provoque fiebre al bebé, ésta suele aparecer entre seis y ocho horas después de la vacuna. Pero en el caso de vacunas con moléculas vivas, como por ejemplo la vacuna triple vírica, la fiebre puede llegar a aparecer entre el día 5 y el día 10 después de haber recibido la vacuna.