A partir de la revisión de los dos meses, los bebés reciben sus primeras vacunas, que por normal general son la hexavalente y la vacuna contra la meningitis C. Una de las cuestiones que debes tener en cuenta respecto a la salud del bebé, es que si acabas de vacunar a tu bebé, es posible que el niño tenga febrícula o fiebre más elevada después de la inyección, pero esto es algo totalmente normal.
Las vacunas y la fiebre en los bebés
A través de las vacunas, los bebés reciben moléculas encargadas de estimular su sistema inmunológico para que éste aprenda a defenderse frente a determinados virus que pueda coger en el futuro.
A consecuencia de la introducción de estas moléculas, se calcula que 2 de cada 10 bebés que reciben una vacuna, pueden sufrir un aumento de su temperatura corporal dando lugar a unas décimas de fiebre. Y sólo el 2% de estos niños pueden tener fiebre superior a 39 grados tras recibir una vacuna.
Cuando has tomado la temperatura al bebé y has descubierto que tiene décimas de fiebre a causa de una vacuna, lo más recomendable es darle un medicamento antitérmico al niño para ayudarle a bajar la fiebre. En este caso, el más frecuente es el paracetamol, ya que el ibuprofeno no es un medicamento indicado para niños menores de un año de edad.
Además, algunos pediatras pueden aconsejar que le demos una dosis de paracetamol al bebé nada más ponerle la vacuna y a modo de prevención frente a la fiebre. Sin embargo, esta no es una medida recomendada porque según señalan algunos expertos, el paracetamol preventivo podría disminuir la respuesta inmune de la vacuna.
