Si a tu hijo le toca una vacuna y se ha despertado con algo de tos y catarro por la mañana, es probable que te preguntes hasta qué punto sería bueno ponerle la vacuna. Te contamos si se puede o no vacunar a un bebé si tiene tos ese mismo día.
¿En qué casos se debe retrasar la vacuna si el bebé tiene tos?
Los pediatras contemplan una serie de motivos muy concretos por los cuales se debería retrasar la vacuna que le toque al niño en el momento en el que este esté malito. Sin embargo, la tos y el catarro no son causas suficientemente justificables como para retrasar una vacuna.
Y es que, según reconocen los expertos, las afecciones respiratorias leves como la tos o el catarro nasal o la diarrea, no son motivos como para no ponerle una vacuna a un bebé que, en principio, no presenta más síntomas que éstos.
Sin embargo, si el bebé tiene fiebre alta debido a una infección que ya está siendo tratada con antibióticos, en este caso concreto sí que sería conveniente no ponerle una vacuna al bebé si tiene fiebre y retrasar la vacuna hasta que terminase de tomar el tratamiento y estuviera completamente curado de la infección.
En caso de gastroenteritis acompañada por un cuadro febril, también es conveniente aplazar la vacuna que en ese momento le tocaría al bebé, porque su sistema inmunitario está luchando contra este virus, y no sería adecuado introducirle virus nuevos a través de una vacuna.
Hay que recordar que todos los calendarios de vacunación infantil ofrecen unas fechas de vacunación orientativas, y que éstas pueden ser aplazadas o adelantadas unos días o semanas, si las circunstancias de salud concretas del niño así lo requirieran.
