Si quieres asegurarte de si la lactancia produce gases en la madre, debes saber que existen varias ideas equivocadas respecto a la lactancia materna y su relación con la aparición de gases en la madre o en el bebé.
Amamantar al pequeño solo proporciona beneficios a la madre lactante. Si no hay problema de salud alguno, superados los primeros días en los que pueden presentarse molestias en los senos, la lactancia es la manera natural de proporcionar todos los nutrientes que el bebé necesita. Además, dar el pecho favorece la recuperación tras el parto y, en ningún caso, está comprobado que la lactancia provoque flatulencias en la madre.
Siguiendo una dieta equilibrada y saludable mientras alimenta a su hijo, la mamá no solo no padecerá gases, sino que además, evitará (o mejorará) problemas como la acidez, el reflujo o cualquier otra dolencia relacionada con el sistema digestivo.
¿La lactancia propicia la aparición de gases en la madre o en el bebé?
Salvo que el médico te indique lo contrario, si estás dando el pecho a tu hijo, puedes comer de todo. La presencia de más o menos gases no está relacionada con la lactancia sino con los alimentos que ingieras y que pudieran incrementarla. También puede existir alguna complicación gástrica que requiera de la correspondiente consulta con el especialista.
Por su parte, los gases en el bebé son algo muy molesto para el pequeño pero relativamente normal. La lactancia no los provoca, al contrario. Dentro de la alimentación infantil, la leche materna es el alimento más completo que puede recibir el bebé durante sus primeros meses de vida y el que mejor le sienta. No es en absoluto responsable de los posibles gases que en realidad suelen darse cuando el pequeño comienza a tomar sus primeros biberones y, al principio, puede “tragar” algo de aire.