Los hogares con niños tienen mucha alegría. Los pequeños con capaces de animar el ambiente de una forma mágica. No obstante, las mañanas pueden ser un completo infierno; y es que muchos niños no quieren despertarse, les cuesta levantares y no quieren ir al colegio. Es normal si pensamos que muchas veces nosotros también nos quedaríamos en casa. No obstante, a ellos hay que educarlos, y hay que hacerles ver que las responsabilidades en esta vida son esenciales. Así, fíjate bien en esta guía básica par que los niños se despierten de buen humor y termina de un plumazo con los dramas de buena mañana.
Consejos para que tus hijos estén siempre de buen humor
Además de conocer bien los patrones de sueño de los bebés y de los niños pequeños, nunca está de más conocer algunos consejos para que tus hijos estén de buen humor desde el primer minuto del día:
1. El descanso es clave para el humor de los niños
Es evidente, pero tenemos que grabárnoslo a fuego. El descanso es esencial para que nuestros hijos se despierten bien. El sueño de los niños tiene que ser reparador. Nadie se levanta de buen humor si no ha descansado. Así, es fundamental que los pequeños comiencen a tener rutinas de sueño y de horarios. Todos los días deberán tener horas fijas para cenar, asearse e irse a la cama.
Además, es importante que tú mismo los acompañes a dormir. Para ello, podrías leerles un cuento y así establecer un vínculo y otra rutina que les ayude a conciliar el sueño mejor.
En cuanto al ambiente en general, preocúpate de que la habitación de tus hijos tenga una temperatura óptima para el descanso. Ni demasiado calor, ni demasiado frío. También debes revisar bien la ropa de cama, para que sea cómoda y de libertad de movimientos, que los peques se mueven mucho por la noche.
2. Hora de despertar a los niños: tacto, ante todo
¿Te gusta que te despierten gritando? No, seguro que no. Pues despertar a los niños es lo mismo. Debe hacerse con mucho tacto y cuidado para despertar al bebé o a tu hijo pequeño. No despiertes a tu hijo de malas maneras, encendiendo la luz y hablando en voz alta. No les quites las sábanas ni digas eso de “Venga, al colegio”, seguro que recuerdas lo poco que te gustaba a ti.
La mejor forma de despertar a tu hijo por las mañanas es hablándole suavemente y acercándote poco a poco. Puede darle un beso, sentarte a tu lado, encender una luz pequeña, como la de la mesita de noche y decirle, siempre en voz baja, que es hora de levantarse.
3. Las prisas no son buenas para el humor de los niños
Las prisas no son buenas para el humor de los niños. No. Lo mejor es que tengas tiempo de sobra para levantar a tu hijo, aunque eso implique que tú tengas que dormir menos. Es importante que puedas planificar bien la mañana para que tu hijo pueda tener unos minutos para ir despertándose poco a poco, a su ritmo. Levantarse corriendo para vestirse, peinarse y demás, enfada a cualquiera y tendrás que afrontar las rabietas del bebé en más de una ocasión.
4. El momento del desayuno con los niños
Una buena forma de incentivar a tu hijo en el despertar diario es con el desayuno. No se trata de darle todos los días bollería industrial. Definitivamente no. Pero intentar ofrecerle en ese desayuno algún alimento o producto que le guste. Quizá una vez a la semana podamos volvernos locos y pecar un poco más. Entre semana puedes tirar de galletas con formas, alguna fruta que a tu hijo le guste especialmente, etc.
5. Contagia alegría a tus hijos todos los días
Si quieres que tu hijo se levante contento y de buen humor, hazlo tú también. No estés enfadado, intenta sonreír siempre. Además, si introduces bromas en el despertar, tu hijo las agradecerá. Todos empezaréis en casa el día de la mejor de las maneras. Si te ve triste, enfadado o estresado, quizá se contagie y termine él con la misma sensación. Así pues, cuidado con esto.