El vapor, el fuego, los objetos calientes o algunas productos químicos son los principales responsables de las quemaduras que sufren los niños en la mayor parte de los accidentes domésticos. Descubre 6 tips para tratar las quemaduras leves en niños y bebés, a continuación.
¿Cómo curar una quemadura leve en un niño o un bebé?
La mayor parte de las quemaduras que sufren los niños o bebés suelen ser parte de un accidente doméstico ocasional provocado por un descuido por parte de sus padres o cuidadores. Por ello, es esencial contar con un botiquín de primeros auxilios para el bebé siempre en casa. Sin embargo, si en algún momento te fallan las medidas de prevención y tu hijo tiene la mala suerte de quemarse en casa, no pierdas la calma y sigue estos sencillos consejos para tratar una quemadura leve en niños pequeños:
1. Determina el grado de la quemadura
Existen tres grados de daño que puede provocar una quemadura. Las quemaduras de primer grado son las más superficiales y sólo dañan la primera parte de la piel, es decir, la epidermis. Este tipo de quemaduras suelen manifestarse a través de un leve enrojecimiento que causa algo de dolor e inflamación en la zona. Sin embargo, se pueden tratar en casa sin necesidad de tener que acudir a un servicio de urgencias.
Por otro lado, las quemaduras de segundo y tercer grado requieren de atención médica inmediata debido a su gravedad. Este tipo de quemaduras producen la pérdida total de la epidermis en la zona quemada y se manifiestan a través de ampollas y mucho dolor.
2. Enfría la zona con abundante agua
Si has determinado que tu hijo sufre una quemadura leve de primer grado, lo primero que debes hacer es lavarte muy bien las manos con agua y jabón. Y después, debes enfriar la zona que ha sufrido la quemadura , poniéndola bajo un grifo de agua fría.
3. Limpia la quemadura con suero fisiológico
Una vez que esté fría, el siguiente consejo para tratar las quemaduras leves en niños y bebés es que utilices una solución salina o suero para limpiar bien la zona. Esto también puedes hacerlo para curar pequeñas heridas en el bebé. Debes tratar de limpiar arrastrando, y nunca presionando la zona de la quemadura.
4. Deja secar y aplica un antiséptico
Cuando la zona esté bien limpia, debes dejar secar la herida durante unos minutos para poder pasar al siguiente paso, que es usar un antiséptico como el betadine o la clorhexidina para que la quemadura quede libre de posibles infecciones y para acelerar también el proceso de secado de la piel.
5. Cubrir la herida con gasa o venda
Una vez que la clorhexidina, agua oxigenada o betadine esté completamente seco, debes proceder a cubrir la zona quemada con una venda que sea estéril, evitando que el vendaje se quede pegado a la herida. Para ello, antes de poner la venda en la zona, cubre primero la quemadura con un gasa estéril para protegerla.
6. Control y vigilancia de las quemaduras
Si tu bebé ha sufrido una quemadura de primer grado, una vez que la hayas valorado y la hayas curado a través de estos sencillos pasos, debes vigilarla cada 12 horas, levantando el apósito y la venda, y volviendo a repetir de nuevo toda la cura. Deberás seguir un procedimiento similar para cuidar la piel irritada del bebé cada día.
Si en cualquier momento sientes que la herida supura o que tiene peor aspecto que antes, debes llevar a tu hijo al consultorio o al hospital para que puedan hacerle una valoración más exhaustiva. En ocasiones, las quemaduras de primer grado también se pueden infectar y precisan tratamiento antibiótico que debe recetar un médico.
Evita siempre poner esparadrapo, soplar la herida, utilizar algodón, tocar la zona con las manos sucias, o explotar las posibles ampollas que pueda generar la quemadura, ya que podrías infectar la herida.