El suero fisiológico es una mezcla de agua con sal que se disuelve a temperatura ambiente. Su uso es muy variado. Un líquido inocuo que puede ser de mucha ayuda para el cuidado del bebé. Al ser natural, puede usarse en zonas muy sensibles, como ojos, orejas o boca, así como el resto del cuerpo, tanto de adultos como niños. Te mostramos los principales usos del suero fisiológico para niños y bebés, a continuación.
¿Para qué sirve el suero fisiológico en los niños y bebés?
Aunque como comentábamos, se trata de un líquido inocuo y una formulación natural, es conveniente hablar con el pediatra antes de aplicarlo y suministrárselo al bebé. Es algo que se aplica sobre el cuerpo de un niño pequeño para su higiene y cuidado, y como todo, puede reaccionar de una manera distinta en cada persona. Más cuando el bebé aun está reforzando su sistema inmunológico y no es tan fuerte como el de un adulto. Descubre todos los usos del suero fisiológico infantil a continuación:
1. Para deshacer mucosidades
Es frecuente que los pequeños tengan problemas de mucosidades. El suero fisiológico puede ayudar en gran medida a quitar los mocos del bebé y a deshacerlos, sobre todo las más enganchadas en la nariz del pequeño. Tan sólo tendremos que ponerlo dentro de una pera y hacer que entre a presión por los agujeros de la nariz del bebé. Esto ayudará a reblandecer la mucosidad. El bebé podrá expulsar mejor las mucosidades. Será más sencillo sonarse, limpiar el conducto y deshacerse de ellas. Así, tu hijo respirará muchísimo mejor.
2. Para limpiar las heridas
El suero fisiológico es estupendo para limpiar y curar las heridas de un bebé. No importa si son heridas leves o una pequeña rozadura causada por el calor o por la ropa. Tan sólo tienes que aplicar un poco de suero fisiológico en la zona y limpiarla. Esto le aliviará un poco el dolor y el escozor que está sintiendo.
No obstante, hay que ser cauteloso para limpiar las heridas del bebé con suero fisiológico. Si detectas que la irritación podría deberse a una alergia o la herida es más grande, verás que el niño no nota nada de alivio. En estos casos es importante ir al médico lo antes posible. Una herida grave debe ser tratada por un especialista. Una alergia también tiene que ser controlada por un alergólogo.
3. Para el cuidado de los ojos del bebé
Como comentábamos al principio, el suero fisiológico puede aplicarse sin problemas en partes del cuerpo como los ojos. Sí, es posible lavar los ojos del bebé. En el caso de que tenga conjuntivitis, es normal que se despierte con los ojos pegados o tener más legañas de lo normal. En estos, antes de utilizar cualquier medicamento (recetado siempre por el médico), debes limpiar la zona ocular con gasas estériles y suero fisiológico. Vierte unas gotitas de suero en el ojo y espera a que las legañas se reblandezcan. Luego podrás quitar las legañas al bebé con gasas estériles.
Las obstrucciones en el lagrimal de los bebés también son comunes. Si tienes este problema, el suero fisiológico también te ayudará. Puedes limpiar el lagrimal de restos de lágrimas secas o exceso de legañas. Si a tu hijo le entra algo en el ojo, el suero fisiológico también es un gran aliado. Los bebés, al principio, nada más nacer, lloran sin lágrimas. Por tanto, o tienen esa capacidad para expulsar cuerpos extraños. Evita que se frote los ojos y vierte unas gotas en ellos para que puedan limpiarse de forma segura.
Recuerda consultar con el pediatra cualquier duda que tengas sobre los usos del suero fisiológico en niños y bebés.