La higiene del bebé diaria es esencial para su salud y su desarrollo. Limpiar los ojos del bebé es muy importante para que no presente ninguna infección o enfermedad en el futuro. Pero recuerda que debes cuidar la piel del bebé, sobre todo la cara, que es muy sensible y los ojos que son muy delicados, así que deberás tratarlos con tacto. Durante el sueño del bebé, el pequeño no parpadea ni abre los ojos, por lo que acumula más suciedad y residuos, por lo que resulta fundamental aprender a mantener los ojos del bebé limpios y bien cuidados durante el día.
Trucos para limpiar los ojos de tu recién nacido
Los bebés segregan más mucosidad que los adultos en sus primeros años de vida así que es más común que sean propensos a adquirir infecciones mediante las legañas y los mocos. Para limpiar los ojos del recién nacido necesitarás una gasa esterilizada, suero fisiológico o agua templada hervida previamente y toallitas hipoalérgicas.
- El suero fisiológico te puede servir para limpiarle la nariz al bebé o curarle algún rasguño. Además, para ahorrar y para sacarle más partido, compra el suero fisiológico en ampollas monodosis y así utilizarás una dosis individual cada vez que lo necesites.
- Por otra parte, también puedes aprovechar y utilizar las gasas estériles que usabas para las curas del ombligo del bebé para el aseo de los ojos del bebé.
- Las toallitas hipoalérgicas de higiene ocular las encontrarás en las farmacias y son también una buena opción para limpiar los ojos de tu recién nacido. No olvides que no pueden contener ni un porcentaje mínimo de perfumes o sustancias irritantes.
Para limpiar los ojos del bebé, asegúrate en primer lugar de que tienes las manos limpias. A continuación, pasa la gasa esterilizada a toquecitos sobre el ojo del bebé suavemente para que se ablanden las legañas.
Recuerda que para limpiar correctamente los ojos de tu bebé debes realizar el procedimiento desde el lagrimal hasta el final del ojo, para expulsar la suciedad. Es muy importante que siempre utilices una gasa diferente para cada ojo ya que si hay alguna infección no podrás contagiarla al otro órgano. Una vez las legañas y la mucosidad estén blandas, deberás retirarlas con cuidado y con la ayuda de la gasa.
Cómo actuar ante una posible infección en los ojos del bebé
Si crees que tu bebé puede tener o está empezando a presentar síntomas de conjuntivitis, no dudes en acudir inmediatamente a tu pediatra.
- Podemos identificar las infecciones en el ojo del recién nacido cuando comienza a tener los párpados y el lagrimal llenos de una sustancia amarillenta, cuando comienza a llorar debido a una obstrucción en el conducto que conecta el ojo con la nariz y cuando el bebé no ha podido dormir bien pese a tener sueño y despierta con los ojos rojos.
- En el caso de que haya una infección en el ojo del bebé, la manzanilla no está recomendada ya que puede empeorar la situación.
- Cuando el experto te aconseje varios antibióticos o colirios para tu recién nacido, recuerda aplicárselo siempre con guantes de látex o goma para no propagar la infección ni a él ni a ti. Una recomendación para aplicar correctamente las gotas es que, con una mano, debes inclinar la cabeza del bebé hacia atrás y con la otra, bajar el párpado inferior para facilitar la aplicación. Además, está prohibido que la punta del la ampolla o el bote de colirio toque la zona infectada del ojo del bebé.
- Si vas a lavarle el pelo a tu bebé, ten cuidado de no mojar los ojitos del bebé, ya que el agua y el jabón no aportarán beneficios al ojo afectado.
- Recuerda lavarte las manos después de llevar a cabo la higiene del recién nacido.