Durante el periodo de lactancia materna existe una asombrosa concordancia entre la leche que produce la madre y las necesidades alimenticias del bebé, pero por diversos motivos, como el estrés o una dieta inadecuada, esa producción puede disminuir temporalmente. Entonces, ¿qué hacer para aumentar la producción de leche materna?
Los expertos coinciden en que la lactancia a demanda es la mejor manera de mantener un ritmo constante en la producción de la leche. Ten en cuenta que es la succión que ejerce el bebé en cada seno lo que estimula esa producción, por tanto, cuanto más coma el pequeño más leche tendrás.
El estrés, la falta de descanso, alguna enfermedad pasajera tuya o del niño o determinadas carencias alimenticias pueden provocar que tu producción de leche descienda.
Para que producir más leche materna de forma natural y la leche “suba” cuanto antes, es importante dar el pecho al bebé lo antes posible tras el parto. A medida que el recién nacido toma el calostro, lleno de nutrientes y anticuerpos esenciales para su sistema inmunológico, las hormonas que hacen posible la producción de la leche se activan, logrando que en pocos días tu cuerpo sea capaz de generar la leche que necesita el pequeño. Pese a las creencias populares, no hay recetas “milagrosas” ni alimentos que por sí solos contribuyan a incrementar el nivel de leche materna disponible pero, sí puedes tomar una serie de medidas para recuperar la producción de leche materna normal e incluso lograr aumentarla progresivamente.
¿Cómo producir más leche para el bebé?
Si notas que tienes menos leche de la que deberías y que tu bebé se está quedando con hambre, algunos trucos para producir más leche materna y que pueden ayudarte a volver a los niveles adecuados son:
- Ofrece el pecho a tu hijo con más frecuencia. No caigas en la tentación de darle algún biberón complementario esperando que así tus senos tengan más tiempo para llenarse. Es un error. Insiste en que tu hijo mame estimulando, así, la producción de leche.
- Especialmente durante las primeras semanas de lactancia en las que tal vez el pequeño no succiona lo suficiente, puedes recurrir a los extractores de leche entre toma y toma. Extrae un poco para mantener activa la estimulación necesaria y que tu pecho siga generando leche aunque el bebé no esté comiendo. Masajear los senos, también contribuye a esa estimulación.
- Vigila tu alimentación durante la lactancia y procura descansar lo suficiente. Una madre lactante necesita seguir una dieta variada y equilibrada que le proporciones la energía que necesita para lograr producir la suficiente leche. Tenlo en cuenta y olvídate de posibles dietas hipocalóricas durante el periodo de lactancia. Por supuesto, un buen descanso, que logre que te sientas bien y sin estrés, es también importante a la hora de lograr que tu leche fluya y que tu hijo pueda tomarla de la manera más natural.
- No te saltes las tomas nocturnas. Algunas madres suprimen las tomas nocturnas antes de tiempo. No dormir “de tirón” puede resultar duro, pero si quieres que tu producción de leche no disminuya, tendrás que seguir dando el pecho a tu pequeño también por la noche hasta que él solo deje de pedirlo.
- La postura en la que das de mamar al pequeño también es importante. Tu hijo y tú debéis estar cómodos y relajados en el momento del amamantamiento para favorecer la salida de la leche. Un buen truco es presionar ligeramente tu seno “empujando” la leche hacia el pezón para que al niño le cueste menos chupar mientras se alimenta.
- Ofrece al bebé ambos pechos en cada toma intentando que vacíe totalmente al menos uno de ellos. Un pecho vacío tiende a llenarse de manera inmediata.
- Si tienes molestias en los senos (grietas, dolor en los pezones, mastitis) acude inmediatamente a tu médico, primero, por tu salud y bienestar, y segundo, porque con esas molestias te costará dar el pecho al bebé y tu producción de leche disminuirá. Tendrás que recuperarte para continuar con la lactancia sin problemas.