A medida que tu hijo vaya creciendo, te resultará cada vez más fácil conocer sus “horarios” y saber cuándo, probablemente, tendrá hambre. En los bebés de pocos meses no siempre es sencillo saber si los bebés tienen hambre o son gases, sobre todo si optas por la lactancia materna a demanda. Puede que le hayas dado el pecho y creas que se ha quedado satisfecho pero, a la media hora, vuelva a tener hambre porque no comió lo suficiente… Entonces, ¿cómo saber si el bebé se ha quedado con hambre después de las tomas?
Está claro que una de las principales causas del llanto de un bebé puede ser que está pidiendo su alimento a gritos, pero por supuesto no se trata de llegar a estos extremos. Si al coger a tu hijo ves que, instintivamente, busca con sus manitas o con su boca el pecho, efectivamente tiene hambre aunque supuestamente “no le toque” hasta dentro de un rato.
5 señales que indican que tu bebé tiene hambre
Aún no hablan, pero la alimentación del bebé es muy importante para su salud y los más pequeños tienen su propia estrategia para hacerte saber que su apetito, afortunadamente, se está despertando. Cuando esté tranquilo en su cuna, fíjate bien en sus gestos. Un bebé que empieza a tener hambre lo expresa de la siguiente manera:
- Se estira, comienza a moverse cada vez más e intenta girar su cabecita buscando a mamá.
- Abre la boca emitiendo sonidos y balbuceos.
- Cuando el hambre aprieta, se muestra cada vez más intranquilo e inquieto y, según los meses que tenga, intentará llevarse la mano o el pie a la boca para intentar chupar aunque sea eso.
- Los más chiquitines hacen con sus labios el movimiento de succión.
- Si le das un chupete (según edad) lo cogerá con alegría pero a los pocos segundos lo escupirá porque no solo se trata de chupar sino de obtener su alimento (no le engañarás fácilmente).
Si no percibes ninguna de estas señales que indican que el bebé tiene hambre, el último recurso que le queda al pequeño es llorar a pleno pulmón para ser atendido, algo muy poco conveniente ya que el momento de la lactancia, materna o con biberón, siempre debe ser relajado y sin “sofoco” previo, para que el bebé coma tranquilo y feliz.
