Uno de los procedimientos más complejos y estudiados de la forma de vida del pequeño es el sueño del bebé. Desde los 7 meses de embarazo, en tu bebé ya se puede determinar estas dos fases del sueño: el sueño activo (REM) y el sueño tranquilo (no REM). Estas dos etapas ayudarán a que las necesidades de alimentación se complementen con las de sueño. Si quieres saber a qué edad el bebé completa las fases del sueño, no dudes en seguir leyendo.
Si el bebé naciera con todas las fases del sueño infantil desarrolladas sería peligroso puesto que no se despertaría a menudo para reclamar atención, protección o la toma. De esta manera no hay que despertar al recién nacido para darle de comer; él mismo lo hará cuando tenga la necesidad de pedirlo.
¿Cuándo adquiere el bebé todas las etapas del sueño?
En los patrones de sueño del bebé, el pequeño tiene sueños suaves intercalados con sueños profundos hasta los 6 meses, cuando comienzan a completarse casi todas las fases, aunque les cueste pasar de una etapa a otra. Este mecanismo es así porque al estar adormecido, si hay algún problema, el bebé puede reaccionar y despertarse, o al contrario, puede hallar el sueño más profundo.
Sin embargo, al tratarse de un proceso que evoluciona con los meses, hay algunos bebés que no completan la plenitud de las fases hasta más mayores, y no es ningún problema como algunos padres piensan. Con cualquier duda puedes acudir al pediatra, pero recuerda que no todos los bebés crecen y se desarrollan mental y físicamente al mismo ritmo o de la misma manera, y por ello no hay una solución general. Para agilizar este proceso, existe la técnica de la lactancia y los beneficios del colecho.
A los doce meses, tu bebé podrá dormir seguido, con todas las fases REM y NO REM, pero con diversos inconvenientes como son los microdespertares, las pesadillas y los miedos nocturnos. Es habitual que hasta los 7 años sigan experimentando este malestar, hasta que maduren considerablemente ya que desde los 3 a los 6 años, el niño ya duerme igual que un adulto y puede controlar prácticamente todo a su alrededor, como los impulsos.
Lo único que el recién nacido no puede controlar es el terror nocturno y el sonambulismo. Para combatir estos inconvenientes, los niños ruegan a los papis que les lean un cuento infantil, les canten canciones para dormir o les hagan compañía durante gran parte de la noche.