A muchos padres les preocupa que sus bebés suban mucho de peso. En cambio, a otros, les llama la atención que sus pequeños no cojan más kilos pese a seguir una alimentación adecuada. Conseguir que el bebé suba de peso es una tarea difícil pero no imposible, cuyas pautas esenciales las marcará el pediatra.
Si quieres que tu bebé aumente de peso, lo primero que debes saber es que es normal que pese menos al nacer. Es la conocida «pérdida fisiológica» que se debe principalmente a que los recién nacidos pierden los líquidos que han acumulado durante el embarazo y expulsan el meconio, es decir, la primera caca que hacen después de nacer. Por lo general, los bebés recuperan peso a las dos semanas del parto. A partir de este momento, es posible que tu bebé engorde o adelgace, dependiendo de diversos factores ajenos a la alimentación, como pueden ser su descanso diario, el posible desarrollo de un resfriado o pérdida de apetito.
Muchas mamás y papás no saben qué hacer para subir de peso al bebé y creen que la mejor opción es aumentar las dosis de las tomas o aumentar la cantidad de comida. Pero esto, en ocasiones, puede no ser la solución correcta. Lo ideal es que consultes con el pediatra cuál es la mejor manera de hacer que el bebé engorde mediante los alimentos calóricos para bebés más recomendados, y conseguir así que su peso recupere sus niveles normales.
3 formas de conseguir que tu bebé engorde
¿Quieres saber cómo subir de peso al bebé? Además de tener siempre en cuenta la opinión del pediatra, puedes seguir los tres consejos que te proponemos a continuación para averiguar por qué el bebé no quiere comer y conseguir que tu bebé aumente de peso:
- Si le están saliendo los dientes, es probable que tu bebé babee más de lo normal y pierda el apetito. Por eso, lo mejor es darle tomas breves y frecuentes que le ayudarán a calmar las molestias.
- Calcula la duración de las tomas y cambia de pecho durante la misma pecho, ya que es posible que no esté obteniendo suficiente leche.
- Vigila tu ritmo de vida. Si estás muy estresada o atareada, esto podría estar afectando a tu producción de leche. Cuida tu alimentación y descansa siempre que lo necesites.