La importancia de la lactancia materna durante los primeros meses de vida del bebé ha quedado más que demostrada a lo largo de los años. Sin embargo, ¿sabías que la leche materna ayuda también a la digestión del bebé? Te contamos todo a continuación.
Beneficios de leche materna para la digestión del bebé
La leche materna es el mejor alimento que pueden tomar los niños durante los dos primeros años de vida, según recomienda la Organización Mundial de la Salud. Y es que, este tipo de leche contiene importantes sustancias para el crecimiento y el desarrollo del bebé durante los primeros meses de vida. Por ello, se aconseja que los bebés tomen leche materna de forma exclusiva durante los seis primeros meses de vida, y hasta que se inicien en la alimentación complementaria.
Aunque la leche materna pasa por diferentes etapas, lo cierto es que posee proteínas, células protectoras del sistema inmunitario del bebé, principalmente inmunoglobulinas, agua, azúcar, vitaminas y otros muchos nutrientes necesarios en cada una de las etapas de crecimiento del bebé.
Sin embargo, la composición de la leche materna también contribuye a que los bebés tengan una mejor digestión evitando, incluso, la aparición de cólicos y otras molestias gastrointestinales. En este sentido, por ejemplo, los bebés que toman leche materna hacen menos deposiciones diarias que los que se alimentan con leche de fórmula.
De hecho, algunos bebés se estriñen con la leche materna, llegando a defecar tan sólo una vez a la semana y esto es, precisamente, porque su organismo está aprovechando todos y cada uno de los componentes beneficiosos de la leche materna, sin necesidad de desecharlos.
Además, la leche materna aporta una mayor cantidad de fibra al bebé, por lo que contribuye también a un mejor tránsito intestinal, y contiene también todas las enzimas necesarias para que el niño realice una correcta digestión después de cada toma.