Cuando tomamos la temperatura a un bebé que no tiene fiebre, a menudo nos preguntamos cuál debe ser su temperatura normal del cuerpo del bebé, y cuándo ésta es demasiado baja o demasiado alta para su edad.
En primer lugar, es conveniente saber que la temperatura normal de un bebé no es una cifra concreta, sino una temperatura que suele variar a menudo, y que se debe situar siempre entre 36 y 37 grados, para considerarla que está dentro de la normalidad.
¿Qué temperatura indica que el bebé tiene fiebre?
Si el bebé pasa de los 37 grados, entonces podremos empezar a pensar que tiene algo de fiebre, aunque sí sólo pasa unas décimas de 37 grados, no se podrá considerar fiebre como tal. Por ello, y tomando como referencia la temperatura tomada en la axila o en la ingle, el bebé tiene febrícula si su temperatura se sitúa entre los 37 y los 38 grados.
Entre 38 y 38,5 grados, se considera que un bebé tiene fiebre ligera. A partir de 38,5 grados y hasta 39,5 grados, el bebé tiene fiebre moderada. Y la fiebre alta es aquella que oscila entre los 39,5 grados y hasta los 40,5 grados.
Cuando la temperatura corporal del bebé supera los 40,5 grados, se considera que tiene hiperpirexia, y la posibilidad de que le den convulsiones febriles es bastante alta a partir de esta temperatura. Otros factores que también pueden influir directamente en la temperatura corporal de un bebé son, por ejemplo, el tipo de termómetro para bebé que se utilice y la hora del día en el que se tome la temperatura, pues a mediodía y al atardecer los bebés suelen tener algunas décimas más elevadas.
También influye sobre la temperatura corporal del bebe el hecho de que, por ejemplo, el bebé haya permanecido muy abrigado. Y también es normal que suba la temperatura corporal del bebé cuando hace mucho calor en el exterior.