Desde los primeros años de vida de nuestros hijos uno de los aspectos que no podemos descuidar es su salud dental. De hecho, debes saber que los bebés nacen con todos los dientes, aunque no podamos verlos. Generalmente, los dientes del bebé comienzan a cortar las encías a partir de los 6 meses. Según los expertos hay que iniciar los cuidados bucodentales de nuestros hijos, incluso antes de que empiece la dentición. Te proponemos esta guía de consejos y enseñar higiene personal a los niños para garantizar el correcto cuidado de los dientes de tu hijo, desde sus primeros meses de vida.
Higiene bucal en los niños
Conoce cómo enseñar a cepillarse los dientes a los niños y la importancia de lavarse los dientes. Los pequeños adquirirán hábitos de higiene que asimilarán de manera progresiva con nuestra ayuda, comprendiendo por qué es importante.
Primera etapa (de 0 a 2 años)
- Aunque pienses que tu hijo no lo necesita es imprescindible que le limpies las encias con una toallita después de darle de comer. Esta práctica le ayudará a eliminar la capa que se forma en las encias y que puede causar caries en los bebés.
- Cuando la dentadura está formada es recomendable cepillar los dientes dos veces al día, con cepillos pediátricos. No es necesario usar pasta de dientes. En esta etapa hay que tener especial cuidado con las caries provocadas por los biberones.
- Otra de las recomendaciones de los expertos es realizar una primera visita de control al dentista para comprobar que su dentición va por buen camino. En estos casos el criterio es variable. Por lo general se recomienda ir al odontopediatra cuando ha salido la dentadura de leche. Esta etapa varía en función del desarrollo de cada niño.
Segunda etapa (de 3 a 5 años)
- En esta fase es importante que el niño adquiera el hábito de lavarse los dientes con pasta especial para niños.
- A partir de los 3 años debe empezar a conocer los buenos hábitos bucodentales. De ahí que debas enseñarle las técnicas correctas para el cepillado diario.
- Entre las recomendaciones más importantes te recordamos que debes enseñarle a limpiar su lengua con ayuda del cepillo de dientes o un limpiador lingual. Muchos no lo sabemos pero las bacterias que se acumulan en ella facilitan la formación de la placa bacteriana.
- Muéstrale cómo debe limpiar los espacios entre los dientes. Si no hay separaciones entre ellos con el uso de una seda dental será suficiente, pero si por el contrario, hay separaciones, entonces la recomendación es hacerlo con un cepillo interproximal.
Tercera etapa (de 5 a 9 años)
- Aunque empiezan a adquirir hábitos de autonomía los padres no pueden descuidar en ningún momento la salud dental de los niños. En esta etapa ya pueden comenzar a usar un elemento más para mejorar su higiente bucal; la seda y enjuague dental. En el caso del hilo dental, se recomienda su uso cuando los dientes del niño se toquen.
- Generalmente en esta etapa es cuando los niños comienzan a cambiar sus dientes, pasando ya a los definitivos. En este periodo debes explicarles este proceso de cambio y concienciar al niño de que ahora más que nunca debe cuidar sus dientes para evitar las caries.
- Recuerda que la alimentación es fundamental para mantener unos dientes fuertes y sanos.
- En estas edades suelen surgir ciertos miedos a ir al dentista. Intenta explicarles que las visitas son beneficiosas para ellos. Estas son las claves para resolver el miedo al dentista.
- A partir de los 7 años es fundamental que especialista revise la dentadura del niño, dado que es a esas edades cuando está desarrollándose su mayor crecimiento óseo. Hay diversos tipos de ortodoncia en función del problema que presente el niño.
- El ortodoncistarealizará revisiones periódicas, pero es importante mantener una higiene correcta de estos aparatos.
Cuarta etapa (de 10 a 14 años)
- A estas edades los niños ya pueden decidir por sí solos que tiene que cepillarse los dientes.
- Los padres aún son una herramienta fundamental para supervisar la correcta salud bucodental de los niños.
- Ayudale a recordar que debe realizar el cepillado en una secuencia constante que le permita no olvidarse de ningún diente o superficie.
