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Niños… ¡A comer!

Niños… ¡A comer! 25 mayo, 2011

Las comidas de los bebés y los niños pequeños son las actividades diarias que causan más quebraderos de cabeza a los padres, su mayor fuente de preocupaciones. Las preguntas más frecuentes que reciben los pediatras en sus consultas por parte de los padres están relacionadas con la alimentación de sus hijos. Son incluso más frecuentes que las preguntas relacionadas con el crecimiento, el desarrollo psicomotor, la conducta o el sueño. ¿Qué tipo de leche debo darle a mi hijo?, ¿cuándo debo comenzar a darle papillas?, ¿comerá suficiente?, ¿necesitará más?, ¿es necesario que tome pescado?, ¿preparo bien el puré?, ¿qué carne será la mejor?…

Los bebés necesitan una alimentación muy especial porque todos sus órganos y sistemas, en especial el aparato digestivo, están muy poco desarrollados, son muy inmaduros. Si se da una alimentación incorrecta incluso se les puede hacer daño. Hasta los 5 ó 6 meses de edad el bebé debe tomar una alimentación exclusivamente láctea, líquida. Pero además no sirve cualquier leche. Solo son adecuadas en primer lugar la leche materna y, cuando no es posible darla, unas leches fabricadas exclusivamente para el bebé, las leches adaptadas.

A partir de los 5 ó 6 meses de edad el bebé puede comenzar a tomar una alimentación semi-líquida, las papillas. Pero tampoco sirve cualquier papilla. Está cuidadosamente reglamentado tanto el tipo de papilla que debe tomar el bebé como el calendario de su introducción. Si no se sigue correctamente, el bebé no toma los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse adecuadamente y puede tener lo que se llaman “déficit nutritivos”, e incluso comprometerse el crecimiento.

La introducción, poco a poco, de una alimentación variada así como los alimentos adecuados e inadecuados a cada edad también es un tema que preocupa con frecuencia a los padres. Los niños pequeños necesitan una cocina propia, especial para ellos, para que los alimentos les sienten bien. Hasta que no sea muy mayor el niño no podrá “comer de todo”, los alimentos preparados de la misma manera que para el resto de la familia. Incluso hay alimentos prohibidos para los niños pequeños, que les pueden hacer daño por diferentes razones.

En muchas ocasiones los pediatras no tenemos la ocasión o el tiempo necesario para explicar con todo detalle, y sobre todo de forma práctica, todas las respuestas que piden los padres en sus dudas sobre la alimentación de sus hijos. Por esta razón, en colaboración con Pedro Frontera, he escrito el libro El pediatra en la cocina que acaba de editar Ediciones del Serbal.
En este libro se explican qué alimentos deben tomar los bebés y los niños a cada edad y en qué cantidades. Además, los dos autores entran en la cocina y se ponen el delantal para preparar ellos mismos biberones, papillas, purés, croquetas, hervidos y arroces. Los detalles prácticos de la preparación de una papilla o de un plato para el niño son tan importantes como su composición. El apetito de los niños pequeños es muy variable, a veces errático, y en muchas ocasiones es la consistencia o el sabor de un plato el factor determinante para que un niño lo tome bien o, al contrario, lo rechace, con gran disgusto de los padres.

La alimentación de los bebés y los niños debe ser la adecuada, y contener los nutrientes necesarios para que el niño pueda crecer y desarrollarse bien. En este libro se siguen las últimas recomendaciones nutricionales de los expertos de la Academia Americana de Pediatría y la Asociación Española de Pediatría. Se acompaña de numerosas recetas de cocina, especiales para niños pequeños, que además de sanas y sabrosas son sencillas de elaborar. Así se facilita la labor de los padres, muchas veces atareados y con poco tiempo para cocinar.

Podrás enseñar a comer a los niños de manera equilibrada con nuestros consejos para comer sanos los niños y conseguirás que los más peques sean más autónomos e independientes a la hora de comer.

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