Durante los primeros años de vida de un niño el chupete puede convertirse en uno de sus mejores aliados. Y es que, los niños que cogen el chupete encuentran en él una eficaz herramienta de calma, de relajación, incluso, de consuelo cuando les duele algo. ¿Quieres quitarle el chupete a tu bebé de una forma sencilla y sin traumas? ¿Te gustaría que tu bebé dejara el chupete pero no quieres ocasionarle un trauma? Anota estos trucos para quitar el chupete al bebé y conseguirás que tu hijo diga ‘adiós’ al chupete para siempre.
Claves para dejar el chupete
A partir de los dos años de edad, la mayoría de pediatras recomiendan a los padres que retiren el chupete de sus hijos. Sin embargo, muchos niños no suelen estar demasiado de acuerdo con esta decisión y es más que probable que ofrezcan resistencia a la retirada de su tan adorado chupete. Desde que el feto está en el vientre de su madre, y a partir de las semana 20 de gestación, éste empieza a succionar su dedo pulgar. Por ello, el instinto de succión es un acto reflejo de todos los bebés que se mantiene después del nacimiento para poder alimentarse, por lo que muchos papás se preguntan cuándo ofrecer el chupete al bebé por primera vez tras nacer.
Sin embargo, una vez que el bebé sabe comer solo, tanto si succiona de un biberón como si lo hace del pecho de su madre, el instinto de succión se transforma entonces en una actividad relajante y consoladora para el niño. Es por ello por lo que, a partir de los tres años de edad, y si el niño está demasiado habituado al chupete, es conveniente empezar a retirárselo de forma gradual hasta que un día desaparezca por completo de su vida.
El uso del chupete más allá de los tres años puede provocar deformaciones en el paladar o también puede deformar los dientes del niño, provocando el desplazamiento del maxilar superior hacia delante. Si ya sabes para qué sirve el chupete y has decidido que tu hijo debe dejarlo, te mostramos más consejos para quitar el chupete al bebé a continuación:
- Si quieres que tu bebé deje el chupete para siempre, la primera clave para conseguirlo es que le apliques calma y paciencia a este proceso y que te mentalices, sobre todo, que el niño no dejará el chupete de un día para otro. En este sentido, lo más recomendable es incitar al niño a que lo vaya dejando gradualmente, sea cual sea el tipo de chupete que utilice, evitando que coja el chupete durante el día y ofreciéndoselo exclusivamente por las noches, antes de irse a dormir.
- Es conveniente que aproveches alguna situación excepcional para privar a tu hijo del chupete y que observes cómo reacciona cuando no dispone de él. Muchos padres aprovechan, por ejemplo, un viaje o unas vacaciones para comunicarles a sus hijos que el chupete se ha quedado en casa, y que deben pasar unos días sin él.
- Intenta no deshacerte de los chupetes ni tampoco pongas en ellos sustancias amargas o desagradables para el niño, ya que esta técnica, lejos de ayudar al niño a dejar el chupete, puede incluso incrementar sus ansias de cogerlo.
- Otra de las claves para conseguir que tu hijo deje el chupete sin traumas es intentar negociar con él y hacerle partícipe del momento en el que se disponga a dejarlo para siempre. En este sentido puede ser muy acertado, dejar el chupete guardado en un cajón y pedirle al niño que sólo se acerque a cogerlo cuando lo necesite de verdad, por ejemplo, cuando se encuentre mal, le duela algo, o esté triste.
Si notas que poco a poco tu hijo va consiguiendo pequeños avances y pasa cada vez más horas al día sin su chupete, deberías también elogiarlo y ofrecerle algún que otro premio en señal de agradecimiento por su disposición y colaboración a dejar su tan querido chupete.