Que los bebés no puedan comunicarse tan fluidamente como nosotros, no significa que no sientan lo mismo que sentimos los adultos en determinados momentos. Por ejemplo, cuando viajan en avión. Un bebé puede experimentar lo mismo, desde el dolor de oídos por el cambio de presión, hasta las sensaciones extrañas en el estómago al despegar y aterrizar. La diferencia es que él no comprende ni sabe a qué se expone. Con el fin de ayudarlo y disfrutar de tu viaje con el bebé, toma nota de todo lo que debes saber para viajar en avión con el bebé.
Consejos para volar en avión con el bebé
Para empezar, seguramente un padre primerizo se cuestionará si el bebé tiene edad suficiente para viajar en avión. Un recién nacido, completamente sano, después de su primera visita al pediatra, para ver que está ganando peso bien, puede volar sin problemas. Esto suele ser a partir de los siete días de vida. Debes tener cuidado, pues no es recomendable subir a un avión con un bebé que está iniciando un proceso infeccioso febril.
Reserva los asientos de la parte central del avión
A la hora de viajar en avión con un bebé, lo mejor es intentar reservar asientos en la parte central. Esto es debido a que es la parte en la que el avión tiene más estabilidad. No obstante, son los primeros que se llenan, por tanto, si no encontramos en el centro del avión, mejor reservar los delanteros que los traseros. No tienen tanta estabilidad, pero sí más espacio para que los bebés lactantes, y sus padres, puedan ir mucho más cómodos.
Los menores de dos años no pagan el billete
Los bebés menores de dos años no pagan pasaje en la mayoría de las compañías aéreas. Esto es debido a que las compañías saben que viajan encima de un adulto. Ahora bien, en estos casos es imprescindible pedir a alguna azafata el cinturón de seguridad especial para bebés. Si prefieres viajar con una sillita homologada, debes saber que en la mayoría de las compañías es necesario reservar un asiento. La tarifa suele ser la misma que para los niños de entre 2 y 11 años de edad.
La facturación del carrito
La mayoría de las compañías aéreas permiten llevar el carrito hasta la puerta de embarque. Una vez allí, un personal de vuelo lo baja plegado a la bodega. En muchas esto no supone un gasto alguno. No obstante, como cada compañía es un mundo, siempre que reservemos con una hay que leer detenidamente la política de equipaje, sobre todo los puntos referentes a los enseres del bebé.
Comida a bordo del avión
Todos sabemos que las restricciones con los líquidos son bastante importantes dentro de un aeropuerto. Son medidas especiales interpuestas por los problemas de terrorismo internacional. No obstante, las compañías permiten que los padres lleven la cantidad de leche y comida que vayan a necesitar durante el trayecto los bebés. Si además eres madre lactante, te evitas estos trámites. Además, la tripulación se presta muy amablemente a calentar los alimentos.
Un equipaje de mano completo
El equipaje de mano del bebé debe tener todo lo que necesite durante el vuelo. Hay cosas que igual no las utilizas, pero siempre deben figurar. Así, como imprescindibles del primer viaje del bebé a bordo se pueden marcar:
- Cambiador de viaje, pañales y toallitas.
- Biberones y comida en general.
- Termo para mantener el agua caliente.
- Juguetes para el bebé.
- Chupetes esterilizados.
- Ropa de abrigo o manta, para abrigar bien al bebé durante el vuelo
- Muda de ropa.
Cuidado con los cambios de presión al volar
Por último, los bebés también sufren el cambio de presión. Para aliviar ese malestar en sus oídos, hay especialistas que aseguran que nada como darles de mamar justo en el despegue y aterrizaje. Otra opción para evitar que el cambio de presión afecte al bebé es darles un chupete para que sea más llevadera esa presión.