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Causas del estreñimiento en los bebés

Causas del estreñimiento en los bebés 11 diciembre, 2017
¿Por qué mi bebé está estreñido?

El estreñimiento en niños y bebés pueden ser síntomas de que el pequeño no está recibiendo la alimentación adecuada o incluso señalar la existencia de algún problema grave como una obstrucción intestinal. Un episodio de estreñimiento infantil severo siempre requiere la consulta con el pediatra.

Cada niño es diferente y tiene sus propios ritmos biológicos, así que tampoco hay que alarmarse porque un pequeño esté un día entero sin defecar. Generalmente durante las primeras semanas de vida, las deposiciones son muy frecuentes, especialmente en los pequeños reciben lactancia a demanda. Entorno al mes y medio o dos meses, disminuyen en número y ganan en consistencia. Hay que insistir en que un bebé no es un “reloj” y solo se puede considerar que está estreñido si no evacúa en dos o tres días o cuando el hecho de defecar le resulta muy molesto e incluso doloroso.

Las deposiciones del bebé pueden darnos muchas «pistas» de si el proceso digestivo se desarrolla con normalidad o por el contrario hay alguna disfunción que deberíamos consultar. Si el bebé lleva más de dos o tres días sin defecar o si, cuando lo hace, le supone un verdadero esfuerzo, (se pone rojo y llora), hay que descubrir las posibles causas del estreñimiento del bebé. Ten en cuenta que cuanto más tiempo permanezcan las heces en el colon del pequeño, más se endurecerán y más le costará expulsarlas, pudiendo incluso provocarle desgarros en su delicada piel o fisuras anales.

¿Por qué un bebé puede estar estreñido?

En la mayoría de los casos, los problemas de estreñimiento infantil están directamente relacionados con la alimentación del bebé y más concretamente con la falta de una adecuada hidratación. Las causas más comunes de este problema son:

  1. Alimento insuficiente. Es pura lógica. Si el niño no ingiere la necesaria cantidad de alimento, no generará heces que expulsar. Especialmente en las primeras semanas de lactancia materna, puede que tu hijo no succione aun correctamente y aunque creas que ha comido, la ingesta de leche es escasa. Antes de hablar de estreñimiento, comprueba que el bebé come lo necesario y gana peso de forma progresiva.
  2. Falta de líquidos. Una correcta hidratación es esencial para el desarrollo y el bienestar del bebé. Este problema es más frecuente en pequeños alimentados con lactancia artificial. Puede que la proporción que le estás dando de leche y agua no sea la correcta. La leche que toma resulta entonces demasiado densa, le falta una mayor cantidad de agua que prevenga el estreñimiento.
  3. Alergias e intolerancias. Generalmente producen el efecto contrario, es decir, provocan diarrea en los más pequeños, pero algunos bebés con intolerancia a la lactosa o algún otro componente alimenticio experimentan episodios de estreñimiento.
  4. Falta de fibra. Al introducir los primeros alimentos semi sólidos en niños mayores de ocho meses- un año, no es extraño que el bebé se estriña en un momento puntual. La incorporación de cereales como el arroz, habitual en las primeras papillas, puede provocar estreñimiento pasajero. En cuanto el bebé se adapta a los nuevos alimentos, desaparece. Aún así, hay que vigilar este cambio en su dieta porque tal vez los cereales que empieza a tomar no sean los más adecuados para él.
  5. Problemas congénitos. Si tu hijo padece estreñimiento con una frecuencia inusual puede que presente algún problema de carácter intestinal que hace que su intestino no funcione correctamente y no realice los movimientos normales necesarios para evacuar. La causa del estreñimiento en el bebé puede estar también en algún tipo de malformación que genere obstrucciones intestinales frecuentes.

Para mayor tranquilidad, si tu bebé sufre estreñimiento con excesiva frecuencia, acude al pediatra para determinar la causa exacta que lo provoca.

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