Colocar correctamente el chupete al bebé no reviste complicación alguna. Lo único que tienes que tener en cuenta son algunas sencillas medidas para que este gesto siempre resulte seguro y nunca incómodo para el pequeño.
El chupete resulta útil para calmar al bebé en situaciones puntuales, cuando siente la necesidad de succionar. Tenerlo en la boca le relaja porque en parte sustituye al pecho de mamá, pero esto no quiere decir que tu hijo tenga que tener el chupete constantemente en la boca. No es un “tapón” que ponerle cuando llora o está inquieto, así que antes de colocárselo, comprueba primero si realmente es necesario. Si no sabes si el bebé tiene hambre, es posible que se sienta solo o requiera un cambio de pañal. No utilices el chupete como remedio inmediato y para todo.
Por supuesto, el chupete es algo voluntario. Nunca debes forzar al pequeño a ponérselo. La manera de poner el chupete al bebé es simplemente ofreciéndoselo. Bastará rozar sus labios con él para saber si abre la boquita porque lo quiere o, por el contrario, muestras síntomas de rechazo (vira la cara). En los bebés muy pequeños, también funciona rozar su mejilla con la tetina del chupete. Si le apetece succionar un ratito, girará la cabecita y lo atrapará sin problemas. Si no lo hace, no insistas. Recuerda que no es conveniente dárselo si es un pequeño de menos de un mes.
Consejos para poner el chupete al bebé
Antes de colocar el chupete al bebé, es importante que compruebes siempre su estado general. El chupete debe ser de una solo pieza. Si detectas cualquier deterioro, una pieza suelta o que la tetina se desprende del soporte con solo tirar, no se lo pongas al niño.
Al igual que el biberón, revisa que el chupete esté perfectamente limpio, especialmente si se ha caído al suelo. Lavarlo o esterilizarlo es importante sobre todo en los bebés más pequeños. No utilices ningún tipo de lazo o cadena para sujetar el chupete. Podría resultar peligroso.
Por último, no caigas en la tentación de mojar su chupete en azúcar, miel o cualquier otra sustancia dulce. No es bueno ni para su incipiente dentición ni para acostumbrarlo a tener siempre algo dulce en su boca.
