El biberón es uno de los accesorios fundamentales para dar de comer al bebé. Cada cierto tiempo es necesario cambiar el biberón y la tetina, prestando especial atención a la hora de elegir una nueva tetina adecuada a la edad y a la manera de succionar de tu bebé.
A medida que pasan los meses y tu hijo va creciendo, tendrás que sustituir su biberón de recién nacido por otro que se adecúe mejor a sus nuevas necesidades. Por supuesto, también deberás estar atenta ante cualquier posible deterioro que aprecies en el biberón o en la tetina. Si no tienes claro si ha llegado o no el momento de adquirir un nuevo biberón, las siguientes pistas pueden indicarte que, efectivamente, toca cambiar un biberón por otro:
- El bebé, sin motivo aparente, rechaza su biberón. Él es quien mejor sabe que algo no va como debiera. Si tu hijo o hija gira la cara cuando le acercas la tetina y ya has probado los trucos para que el bebé acepte el biberón, puede que el problema sea que su biberón ya no le sirve.
- Observa la tetina porque es el elemento esencial para que el bebé se alimente. Si está pegajosa o cuarteada al esterilizar el biberón, deshazte de ella inmediatamente porque ya no cumple su función y porque podrían desprenderse minúsculos pedazos de látex o de silicona que pudieran resultar peligrosos para el bebé.
- El bebé succiona pero la cantidad de leche que continúa en el biberón, apenas desciende. En este caso, probablemente el bebé empiece a desesperarse al no obtener el alimento y acabe llorando. El orificio puede estar deteriorado o quizá resulta demasiado pequeño para la edad de tu hijo.
- El biberón gotea o la leche se derrama por las comisuras de la boca del bebé. Puede que el cierre ya no funcione correctamente o que el orificio de la tetina sea demasiado grande para la edad de tu hijo. ¡Cuidado! Si sale demasiada leche el pequeño a la hora de dar el biberón al bebé podría atragantarse.
- Tomar su biberón le lleva un tiempo excesivo. Cada niño se alimenta a su ritmo pero si notas que tu hijo durante unos días tarda mucho más de lo normal en hacerlo, puede que ese biberón no funcione correctamente o que el orificio de la tetina se le ha quedado pequeño.
¿Cuándo hay que cambiar el biberón del bebé?
Cualquiera de las situaciones descritas debe ponerte sobre aviso ante la necesidad, más o menos inmediata, de un cambio de biberón o tetina. Además, la propia edad del niño te indicará de forma aproximada cuándo cambiar el biberón, o bien, se va acercando el momento del posible cambio.
Como norma general, la vida útil de un biberón (sobre todo de la tetina) no supera los dos meses. Hasta que tu hijo tenga esta edad, los biberones más adecuados son aquellos de capacidad pequeña/mediana, (90 ml. – 150 ml.) Además, deberás optar por tetinas muy blandidas, anatómicas y de orificio pequeño, porque el bebé ingiere poca cantidad de leche en cada toma y debe hacerlo poco a poco, sin que la leche fluya en exceso.
Entre el tercer y el cuarto mes, ya necesitarás un biberón de 250 ml. y podrás pasar al bebé a las tetinas de forma redondeada, porque a esta edad, la capacidad de succión del bebé no tiene nada que ver con la de un recién nacido. Otro momento clave en cuanto a cambio de biberones y tetinas suele ser entorno a los seis meses, edad en la que puede que ya añadas alguna cucharada de cereales sin gluten para enriquecer la leche. En este caso, el orificio de la tetina debe ser más grande, para que al bebé no le cueste una enormidad acceder a su leche que ahora presenta una textura más espesa.
Teniendo en cuenta la edad del pequeño y las señales para cambiar el biberón o la tetina descritas anteriormente, recuerda que un biberón adecuado y en perfectas condiciones es fundamental para que el bebé se alimente correctamente y a gusto.