Los niños celíacos sufren una dolencia digestiva que afecta al intestino delgado, debido a una intolerancia al gluten permanente. El gluten es una proteína presente en determinados cereales como el trigo, el centeno, la cebada o la avena. Esta intolerancia provoca lesiones progresivas e incapacita a los celíacos para absorber los nutrientes que se encuentran en los alimentos. El trastorno recibe el nombre de enfermedad celíaca o celiaquía, y no debe confundirse con la alergia al gluten.
La enfermedad afecta a personas de todas las edades a partir de la infancia, es más común en la raza blanca, más frecuente en las mujeres, y es hereditaria. Actualmente no es posible prevenir la enfermedad celíaca, pues en su origen se encuentran múltiples factores, y además se desconocen los factores ambientales y genéticos que llevan a esta respuesta anómala del sistema digestivo ante el consumo de gluten.
Síntomas de los celíacos
Los síntomas de los niños celíacos incluyen palidez, diarreas, bajo peso, apatía, vientre hinchado o retraso en el crecimiento y el desarrollo. A veces sin embargo la celiaquía se manifiesta sin síntomas, por lo que resulta más difícil de diagnosticar. Puede que un análisis de sangre se muestre normal y sólo indique falta de nutrientes como el hierro o determinadas vitaminas; por eso, para diagnosticar la enfermedad celíaca se ha de realizar una biopsia intestinal.
Tratamiento para los celíacos
El único tratamiento para los celíacos es una dieta sin gluten. Debéis aseguraros de cuáles son todos los alimentos que no puede tomar un niño celíaco, tanto los naturales como los envasados. Hay que tomar ciertas precauciones con los niños celíacos, y tener cuidado al comprar alimentos envasados, asegurándonos siempre de que entre sus ingredientes no haya alimentos que contengan gluten.
Dieta para celíacos
La dieta para niños celíacos debe incluir por tanto únicamente alimentos sin gluten. Puede parecer que una dieta de estas características es muy limitada, pero lo cierto es que existen multitud de alimentos que pueden consumirse, así como variedad de recetas para celíacos que podéis preparar, sin que ello signifique una cocina más aburrida o con menos sabores. Para los bebés, existen cereales sin gluten específicos muy adecuados para los lactantes, ya que con pocos meses de edad los bebés aún tienen el sistema digestivo inmaduro y no se aconseja que tomen gluten. Por otra parte, en edades algo mayores, es una preocupación de los padres sacar a sus hijos a comer en bares y restaurantes, o incluso dejarlos en el comedor del colegio. Por este motivo, la mayoría de escuelas ya tienen menús escolares para niños celíacos.
Con una dieta sin gluten, los niños celíacos pueden llevar una vida totalmente normal.