Mantener la higiene es muy importante para la salud del bebé pero no es bueno ni en exceso ni en carencia. El baño del bebé es esencial en su desarrollo y en su salud. Los padres son los que deciden la frecuencia en la que bañan a sus hijos, pero es muy importante la opinión del pediatra ya que dependiendo de las características del bebé se debe llevar una rutina de aseo u otra.
¿Cada cuánto es recomendable bañar al recién nacido?
Para bañar a un bebé recién nacido hay que tener en cuenta la temperatura del agua del baño, la temperatura de la habitación y el horario en el que se bañe al bebé, entre otras cosas. Dependiendo de la edad del bebé y de su tipo de piel habrá que llevar a cabo una rutina de aseo con una frecuencia u otra. A continuación encontrarás varias recomendaciones para saber cada cuánto bañar a tu bebé.
- Si el bebé aún tiene el cordón umbilical no hay que bañarlo y hay que esperar a un par de días después de que se caiga. Por tanto, tendremos que bañar al bebé con el baño en seco. Si aún así decidieras bañarlo, asegúrate de que el cordón se quede totalmente seco con la ayuda de gasas. Cualquier problema no dudes en acudir al pediatra.
- La frecuencia recomendada para bañar a un bebé recién nacido es de una o dos veces a la semana.
- Al ser tan pequeño no se ensuciará tanto porque no se moverá de la cuna y tampoco sudará, por lo que se mantiene mucho más tiempo limpio que un niño.
- Los días que no lo bañes, recuerda asear la zona del pañal para prevenir infecciones al ser una parte de su cuerpo que va a estar siempre húmeda.
- Deberás poner mucha atención en la piel del bebé ya que es muy frágil y sensible. Podrás prescindir del jabón y optar por el agua que es beneficiosa para eliminar suciedad de las capas superiores de la piel del bebé.
- Si tiene de 5 a 12 meses, la frecuencia adecuada para bañar al bebé es de dos o tres veces. Esta rutina de baño es similar a la anterior; la diferencia está en que puedes comenzar a utilizar colonias y cremas hidratantes.
- Algunos expertos recomiendan realizar un baño diario para llevar a cabo un ritual higiénico y ampliar el vínculo familiar entre el bebé y sus padres.
